26.5.08

EL PARTIDO Y MOVILIZACIÓN

Un partido tan grande como el PSUV, tiene importantes ventajas y también inmensos peligros. Tiene fuerza, está en todo el territorio nacional, cruza a la sociedad de banda a banda, esas son algunas de sus virtudes.
Pero también puede caer en la tentación de quedarse ensimismado en su magnitud y apartarse de la realidad nacional. Siempre debemos estar atentos a esta posibilidad.
Uno de los antídotos de este peligro es convocar a la movilización, el pueblo debe expresarse frente a los grandes problemas nacionales, el pueblo debe manifestar su voluntad en la calle, siempre. Esta es una medida de la integración del partido.
La garantía de fusión pueblo-partido, la muestra de que es un mismo palpitar, son las movilizaciones de calle, la participación popular en los objetivos políticos señalados por el partido. Un partido que no movilice, por más grande y poderoso que sea, es un partido naufrago, solitario en su isla, no puede cumplir su función de guía de la masa. Las elecciones oligarcas son una más, y no la más importante de las manifestaciones de la voluntad popular.
Ninguna tarea del partido, por importante que sea, debe suplantar la necesaria movilización, se deben relacionar todas las tareas, las políticas con las electorales, las reivindicativas con las políticas, las asistenciales con las electorales, no debe haber tarea aislada.
A veces una tarea prevalecerá sobre las otras, pero siempre todas estarán presentes.
El hilo conductor, la columna vertebral, la tarea principal del partido debe ser la política grande, su tarea es dar sentido político a todas las acciones de la sociedad, y llenar de sociedad a todas las acciones políticas.
Un buen ejemplo es la agresión que el imperio hace a Bolivia con la pretensión de descuartizar a los países del ALBA. Veamos.
Si el PSUV y sus aliados llaman a una movilización antiimperialista, anticapitalista, por la defensa de la soberanía del continente.
Si en esa manifestación se explican los intríngulis de la agresión a Bolivia, el papel de uribe, la correlación de fuerzas en el continente, se demuestra con cifras y datos la intervención de los Estados Unidos, se denuncia la presencia de embajadores especialistas en tumbar gobiernos, etc.
Entonces, además de mostrar la vocación antiimperialista del pueblo, y su intención de defender la soberanía del continente, esa manifestación también será un extraordinario impulso a la campaña electoral regional: el pueblo que entienda su momento histórico, que identifique a sus enemigos, que salga de lo pequeño de su entorno, que suba la visión a los grandes problemas mundiales, indudablemente que comprenderá mejor el por qué debe votar por la Revolución y por el Comandante Chávez.
En tiempo de elecciones regionales, heredadas de la oligarquía, territorio para la fragmentación, para lo mezquino, es necesario redoblar esfuerzos para subir la visión del pueblo y del partido, protegerlo de la tentación de encapsularse, lo regional debe ser relacionado con la gran batalla continental. Y sólo la movilización enseña.
¡Nada estará verdaderamente resuelto sin movilización popular!
¡Chávez es movilización!

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