24.8.07

LA DISCUSIÓN DEVELA

La discusión de la reforma a la constitución del 99 devela las diferentes posiciones que se mueven en la política nacional. Veamos.
En la oposición encontramos dos campos bien definidos:
Los desplazados oligarcas, los que están quemados y no tienen retorno, como Álvarez Paz, Ledezma, Nitu Pérez, Marta Colomina, que mantienen una posición ciega radical: forzaron no ir a las elecciones parlamentarias y se quedaron aislados, cometieron un error en la apreciación de los nuevos tiempos, estaban peleando contra sombras, por eso se situaron en una posición sin salida, donde hagan lo que hagan se aislarán cada vez más, es decir, no tienen respuestas a la situación política actual, están sentados a la orilla del camino aferrados a sus esperanzas de un golpe, o alguna otra salida cruenta.
Por otro lado, los oligarcas que comprendieron que dentro del campo bolivariano podían luchar por mantener el sistema capitalista, confundir y tratar de llevar al proceso hacia una restauración lenta, un retorno al capitalismo, a través de un hibrido que a la larga yugulará la esperanza.
Estos últimos son los más peligrosos, llegan a proponer que se reconozca en la Constitución a los empresarios como una “fuerza social positiva”, y postulan que el Socialismo está basado en la buena voluntad de empresarios que deben hacer más filantropía.
Estos oligarcas tienen perspectivas políticas, juegan a minar la Revolución desde adentro, y han conseguido éxitos. Su “modus operandi” no es nuevo, lo hicieron en el 99, recordemos que Miquelena y Peña eran infiltrados.
Se cuelan por las grietas que deja nuestra debilidad ideológica, conquistan posiciones altas, y desde allí hacen su labor, que no es de lucha frontal, al contrario, es sutil, imperceptible, consiste en confundir ideológicamente a la revolución, falsifican la teoría revolucionaria, crean doctrinoides parecidos a la doctrina Socialista que nos desvían del camino.
Muchos de los que en el pasado estaban en el bando oligarca recalcitrante, se han deslizado hacia este campo oligarca pisapasito. Un representante de esta migración sería el inefable Julio Borges, que es recibido con los brazos abiertos en el 8 como si de un refuerzo a las posiciones derechistas dentro de la Revolución se tratara.
Otro ejemplo es el de Podemos, que parece darse cuenta que salió en falso y hace piruetas para regresar, no importándole dejar en el camino al gobernador de Sucre.
Concluimos que la gran debilidad de la Revolución es la ideológica, dejamos la ideología a la espontaneidad, y así abrimos flancos para que se cuele la ideología del reformismo pequeño burgués.
La gran batalla se escenifica en el interior de la Revolución Bolivariana, allí deben actuar los revolucionarios.
La principal tarea de esta Revolución necesaria, obligatoria, es la lucha ideológica. Mientras no afirmemos nuestra ideología revolucionaria, mientras no nos libremos de las distracciones pequeños burguesas, anarcoides y reformistas, seguiremos extraviados, indefensos frente al embate derechista.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

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