16.4.07

ENERGÍA, AHORRO SOCIALISTA Y SOBREVIVENCIA

El mundo enfrenta un reto de proporciones vitales, se trata de construir un mundo viable, o consumir las reservas energéticas que hoy tiene el planeta en una marcha suicida hacia la extinción de la vida.

Dos vías son posibles para enfrentar el desafío:

Una, la búsqueda desesperada de fuentes de energía para mantener el consumo demencial de los países desarrollados, llevándose por delante la vida, Pueblos, ecosistemas, poniendo al servicio de este empeño brutal a toda la actividad planetaria.

Este camino del capitalismo nos lleva a la devastación de la ecología planetaria, y condena a la mayoría de la población mundial a la miseria material y espiritual.

La otra vía, es el Socialismo. Creemos firmemente que la sobrevivencia de la especie y de la vida del planeta depende de la capacidad de la humanidad de recomponer su equilibrio interno y su equilibrio con la naturaleza, es decir, superar la voracidad capitalista, eso sólo es posible con el Socialismo.

La permanencia de la especie depende de que usemos el “tiempo de energía fósil” que aún nos queda para construir una sociedad armónica.

Si nos contentamos con organizar el consumo desaforado, si sólo le ponemos filtros y cuotas a las emanaciones, si seguimos el camino de la inconciencia, que frente a la realidad del planeta se desentiende y sigue consumiendo demencialmente, estamos condenándonos a la extinción, y en lo inmediato martirizando a las mayorías de nuestros Pueblos con la miseria, porque ese es el resultado del desarrollo capitalista.

Entonces, es necesario construir acuerdos internacionales de ahorro energético, de control de emanaciones, de protección ambiental. En resumen, acuerdos de restitución de armonía con la naturaleza, que deben ir junto a acuerdos de restitución de la armonía interna de nuestras sociedades, de lucha contra las desigualdades, contra la pobreza.

Es imprescindible, no hacerlo es suicida, tomar medidas fuertes, drásticas de ahorro de energía. Este es un compromiso muy difícil, pero vital para la humanidad.

El capitalismo, con su voracidad insaciable, con su necesidad permanente e infinita de expansión, a nada teme más que al ahorro, a la disminución del consumo, de cualquier consumo, pero mucho más al ahorro de energía. Hacen de todo por mantener sus niveles de consumo, hasta la locura de transformar alimento humano en alimento de máquinas.

De allí que es la conciencia de ahorro social uno de los escenarios de la confrontación mundial entre el capitalismo y la nueva sociedad que necesitamos fundar, una forma muy importante de enfrentar la enfermedad capitalista.

Al plantearnos el ahorro social, estamos entrando en un proceso de reflexión referente a la manera de consumir y a la manera de producir, análisis que nos llevará a cuestionar la forma de organización de la sociedad capitalista.

Cuando una sociedad realiza jornadas de ahorro, está tomando las riendas de su destino, y esa condición la llevará a restituir la armonía perdida.

¡El ahorro social, es propio del Socialismo!

¡Chávez es Socialismo Auténtico!

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