17.4.07

PÉREZ ABAD Y JERÓNIMO CARRERA, ABRAZO MANTUANO

Para algunos será incomprensible la coincidencia teórica entre el Presidente de Fedeindustria y el Presidente del Partido Comunista de Venezuela. Tratemos de buscar una explicación a este abrazo teórico predecible e inevitable.

En época de Revolución las ideologías deben enfrentarse a los requerimientos de la realidad, y es el veredicto de la práctica el último juez, la que dictaminará si la ideología es útil para avanzar o es obstáculo en el camino. Cuando la retórica cede el paso a la realidad, las ideologías ocupan su verdadero lugar en la lucha revolucionaria.

El Presidente del Partido Comunista de Venezuela nos presenta una ideología dogmática, es una interpretación mecánica que consiguió el absurdo de hacer del marxismo una teoría, no para la Revolución, sino para la contrarrevolución.

Estos castradores de la teoría revolucionaria, postulan que sólo es posible que un país se zafe del capitalismo, si las fuerzas productivas entran en contradicción con las relaciones de producción, de esa manera vendría, como por arte de magia, el Socialismo. Entonces la posición revolucionaria sería aliarse con las oligarquías nacionales en una suerte de liberación nacional, o frente amplio.

Según este planteamiento, en el que coinciden Pérez Abad y Jerónimo, cuando Fidel baja de la Sierra Maestra en lugar de hacer la Revolución en Cuba, país con capitalismo poco desarrollado, ha debido llamar, en nombre de un marxismo castrado, a los Pérez Abadad para que le desarrollaran el capitalismo.

Así los patriotas el 19 de abril, han debido aceptar a la Junta Protectora de los Derechos de Fernando VII, y no hacer la Revolución porque el país no se había desarrollado lo suficiente para la independencia.

El planteamiento convoca a la Revolución Bolivariana a claudicar en su empeño de ir hacia el Socialismo.

Mas reaccionaria no podía ser esta postura.

Estos dos Presidentes, Pérez Abad y Jerónimo, cambian con esta deformación la meta socialista por la meta del desarrollo de un capitalismo que pretenden patriótico, humano, que no explotará a nadie. Y a ese contrabando intentan pasarlo por Socialismo.

Ahora es comprensible el abrazo entre los dos Presidentes: los une un marxismo antileninista despojado de su carga revolucionaria, que hasta la oligarquía puede adoptar, los dos se unen en la contrarrevolución.

La Revolución nunca se hará partiendo del dogmatismo, sea éste sincero o interesado. Caben aquí las palabras de Fidel: “el deber de los revolucionarios es hacer la Revolución” y añadimos nosotros, siempre, aún en las condiciones más adversas.

Las revoluciones han sucedido, han jalonado la historia de la humanidad, porque hicieron una interpretación fresca, inteligente, no dogmática, revolucionaria, de la teoría revolucionaria, y la adaptaron a las realidades concretas de sus países.

La tarea de los revolucionarios venezolanos es adecuar la teoría revolucionaria a las condiciones nuestras y correr la hermosa aventura de participar en una Revolución.

¡El Socialismo es posible hagámoslo, no hay excusa!

¡Chávez es Socialismo!

¡Derrotemos a los oligarcas y dogmáticos!

No hay comentarios.: