10.11.06

LAS ENCRUCIJADAS

EN LA HISTORIA POLÍTICA DE LAS NACIONES se presentan encrucijadas en las que se decide el rumbo social. Estas épocas fundacionales de futuro, turbulencia de Revolución, deben ser estudiadas.
No se revelan con frecuencia, a veces pasan siglos y los pueblos no conocen la conmoción del cambio. Nosotros en Venezuela tenemos el privilegio de vivir en una de estas encrucijadas.
La última encrucijada que vivió el país fue el 23 de Enero del 58. En aquella oportunidad la sociedad entró en turbulencia revolucionaria, se abrió una encrucijada en la que era posible ir hacia el Socialismo, o al reformismo capitalista. Quizá la inexperiencia de los dirigentes, o quizá el derechismo de la izquierda, quizá la astucia de los lacayos del imperio y la estulticia de los revolucionarios, probablemente todos estos componentes contribuyeron para que la encrucijada se resolviera a favor de la opción reformista capitalista, y la sociedad pagó la equivocación con cuarenta y seis años de pacto de punto fijo.
Hoy en Venezuela estamos en el medio de una de esas rarísimas encrucijadas. Se nos presentan dos opciones: ir hacia el Socialismo, o ir hacia el capitalismo. La pregunta que debemos hacer los revolucionarios es: ¿De qué depende que la encrucijada se dirima en uno o en otro sentido? Estudiando la historia nos aproximaremos a la respuesta.
En Enero del 58 la Revolución tenía Pueblo, organización, dirección, entusiasmo, se puede decir que lo tenía todo, entonces qué faltó, qué falló. Sin dudas faltaron las ideas revolucionarias. Veamos.
La dirección de esa turbulencia popular estaba formada en la idea de la ortodoxia de la 3ra. Internacional, que no tenía vocación de Revolución. Se esgrimió entonces la tesis de que no era posible avanzar hacia el Socialismo, tesis desmentida en la práctica por la Cuba de Fidel. En aquella encrucijada falló la idea. Razón tenía el viejo que dijo que sin teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria.
El rumbo de los pueblos en la encrucijada depende en primer lugar de las ideas que lo dirijan. Una Revolución no puede ir más lejos de las ideas que la sustenten.
En Venezuela la Revolución tiene apoyo de Pueblo, tiene un líder que mantiene extraordinaria conexión amorosa con ese Pueblo, las ideas revolucionarias han avanzado como nunca en nuestra historia, sin embargo, nos adentramos en un periodo inédito de transición hacia el Socialismo, que amerita de mucho estudio, de mucha elaboración teórica, para no equivocarnos en esta encrucijada.
Encontrarnos en esta encrucijada es un privilegio. Somos un Pueblo con la posibilidad de construir ejemplo, como en los días de la Independencia, para los pueblos del continente. Necesario es ir más allá de un buen gobierno, es preciso cambiar a fondo las relaciones de propiedad y la conciencia de la sociedad. Es necesario hacer el Socialismo. El planeta no espera menos de nosotros, la vida nos necesita.
¡Rodilla en tierra con Chávez y el Socialismo!

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