2.11.06

¡EL MODELO CHINO, CAMINO AL INFIERNO!

EL ENTUSIASMO POR LA VÍA CHINA es compartido por muchos. En la televisión vemos exaltaciones de aquel modelo que promocionan como dos sistemas y un solo país. La propuesta es muy cómoda para los ideólogos de la pequeña burguesía, es el descubrimiento teórico que calma sus ansiedades, pretenden haber encontrado la forma de ir hacia el Socialismo y al mismo tiempo ser capitalistas. Es que la gran angustia de la pequeña burguesía cuando se mete a revolucionaria, es conciliar la marcha al Socialismo con el capitalismo. Es por eso que saltan de alegría con el “milagro chino”. Pero si estudiamos con más detenimiento el fenómeno, veremos que el asunto es una estafa más.
El entusiasmo no es nuevo, lo han despertado otras variantes de falsificación del socialismo, recordemos la tercera vía de Blair, la cogestión, las empresas recuperadas, todas fueron ilusiones que se estrellaron con el muro terrible de la realidad, que nos dice que sólo con el Socialismo podemos superar los males del capitalismo. Y que el Socialismo es: propiedad social y conciencia social. Y esta exigencia no admite atajos. Las formas socialistoides dentro de una economía con hegemonía capitalista, terminan por ser engullidas por el capitalismo voraz.
El capitalismo es como un cáncer, si nos descuidamos, si le damos la mínima oportunidad, crece y acaba por devorar las otras formas económicas y las conquistas sociales que no le den lucro. Porque es el lucro el centro de todos sus afanes y su regla ética fundamental.
Si estudiamos algunos índices del “progreso chino”, nos percataremos de que presenta los mismos males del capitalismo clásico. Expliquemos.
Operan en ese país alrededor de dos mil inmensas trasnacionales, estadounidenses, europeas y del resto del planeta. Es un país que “desarrolló” un alto índice de contaminación, que diagnostican como incontrolable. Es un país con una mano de obra que trabaja en condiciones precarias de seguridad social y estabilidad. El capitalismo tiene en china un santuario.
El tal “progreso chino”, conseguido a costa de un brutal impacto ambiental y una inhumana explotación obrera, es una ilusión que nos lleva al infierno. El modelo chino es insostenible, no es ejemplo para el planeta. Las grandes transnacionales que consiguieron llevar a China sus fábricas productoras de contaminación, de gases liquidadores de la atmósfera, son la vía, como dice el Comandante, para convertir la Tierra en una necrópolis como el planeta Marte.
Estamos de acuerdo con las relaciones con el gigante chino, pero estas deben considerarse una alianza táctica, un trabajo inteligente en las grietas y contradicciones del mundo capitalista. Sin embargo, sería un grave error considerar la vía china, el camino para superar el capitalismo, y mucho menos considerarlo ejemplo para la Revolución Bolivariana.
¡Rodilla en tierra con Chávez y el Socialismo!
¡O Socialismo, o catástrofe ecológica!
¡Si se meten con Chávez conocerán la fuerza del Huracán Popular!
¡La Revolución no se detiene, no hay pacto!

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