En estos días la política se desarrolla como una ópera bufa cuyos actores son reflejos desvanecidos de la realidad. Veamos.
Unos cuantos muchachos se alzan en municipios escuálidos, acaban de llegar de la playa, del carnaval, se les ve doraditos, protestarán sólo por la cuaresma, cuando se aproxime Semana Santa, seguro se irán de nuevo a broncear. Actúan creyéndose Rommel dirigiendo los tanques en el desierto: exigen, amenazan. No importa que sean poquitos, los trucos de imágenes televisivas harán el resto.
Tienen el mérito de haber inventado un nuevo género de televisión, el Reality Show Político. Son parte de un fino guión que ahora, como segundo paso de la guerra de quinta generación, persigue desestabilizar. El primero fue inocular el cáncer en el líder.
Del lado bolivariano se responde a esa apariencia de realidad, se participa de ese rasguñar entre villanos y galanes del Reality Show Político.
La discusión importante no es que Chávez aparezca, lo hará cuando los médicos y él lo consideren necesario. Lo esencial, lo que debemos discutir es la agresión que sufrió la Revolución con la inoculación del cáncer que le hizo el imperio y el plan que, a partir de este hecho, están desarrollando. Sólo así entenderemos la "angustia" de estos fascistas, la hipócrita preocupación por la salud del Comandante.
Frente a la protesta y exigencias de estos "manitos blancas", alguien en el gobierno debía convocar a un foro para discutir el intento de magnicidio, quiénes están involucrados en el plan desestabilizador que, en combinación con el atentado, están desarrollando. Así, comprenderíamos, el desabastecimiento, el robo de dólares y las acciones que buscan manipular a la opinión mundial.
Es uno de los núcleos de la batalla que hoy libramos. La masa chavista debe estar informada y consciente de la ofensiva silenciosa, taimada, que es sin duda una invasión por otros medios, con drones biológicos, con misiles dirigidos a manipular la opinión.
El otro núcleo de la batalla es entender que no se trata de una pelea de Maduro con capriles, o de dilucidar cuál de los dos gusta más, de las frases que pronuncien, de un duelo verbal. Se trata del enfrentamiento, centenario ya, entre la oligarquía vendepatria, y el pueblo humilde en busca de su redención. La batalla de hoy es la misma que se viene librando desde la Independencia, que triunfó en Carabobo, en Junín, y que fue derrotada en San Pedro Alejandrino. Esa batalla, ayer por la Independencia y la conquista de la mayor suma de felicidad posible, hoy toma características de vida o muerte para esta generación y las generaciones futuras.
Está claro que si capturan a la Revolución, (y ese es el objetivo del plan que comenzó con el envenenamiento del Comandante), venderán la Patria al capitalismo internacional, la pondrán al servicio de resolver su grave crisis, y necesariamente llevarán a la sociedad a niveles nunca vistos de miseria espiritual y material. Será el apocalipsis.
¡Defenderemos a Chávez Siempre!
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