Aconsejaba Sun Tzu, ese filósofo de la guerra:
…“por tanto os digo: Conoce a tu enemigo y conócete a ti mismo; en cien batallas, nunca saldrás derrotado. Si eres ignorante de tu enemigo pero te conoces a ti mismo, tus oportunidades de ganar o perder son las mismas. Si eres ignorante de tu enemigo y de ti mismo, puedes estar seguro de ser derrotado en cada batalla.”
El conocimiento de Sun Tzu ha guiado a innúmeros líderes militares y políticos, sus enseñanzas se estudian en las mejores academias del mundo. La Revolución debe reflexionarlas y aplicarlas a su tiempo y espacio. Conozcamos al enemigo.
El enemigo principal del Socialismo es el capitalismo. Esta verdad tan simple muchas veces se ha olvidado. El capitalismo es una espiritualidad y una materialidad, es decir, una visión del mundo y una concreción de esa visión. Es la Bolsa de New York, por ejemplo, pero también la búsqueda del llamado “sueño americano”. Son los ricos de Venezuela, pero también los limpios que buscan subir en la escala económica.
El capitalismo tiene muchas facetas, todas ellas peligrosas. Lo encontramos afuera, en la ética, también adentro, en la moral. Habita en el fondo del hombre creado en el capitalismo, vale decir, en todos nosotros. De allí emerge como una fiera acorralada cuando las encrucijadas se presentan, cuando es necesario tomar decisiones que lo perjudican. Está también en el evidente poderío militar y en la fabulosa fuerza mediática.
Los inventos para salvarlo, las justificaciones para estimularlo y protegerlo, son similares a las que soportan una adicción. Ya sabemos que la tentación de las armas melladas siempre está presente para engullir los intentos Socialistas.
En resumen, el Socialismo no se puede hacer coqueteando con el capitalismo. Si por razones particulares es necesaria una convivencia con el enemigo principal, entonces la campaña dirigida a la conciencia, a la cultura socialista, debe elevarse al máximo, y la convivencia debe explicarse como una necesidad táctica, lamentable, peligrosa, pero nunca como un mérito, un logro, o una meta estratégica del Socialismo.
Sun Tzu recomienda conocerse a sí mismo, esto es vital, debemos saber dónde está nuestra fuerza y dónde nuestras debilidades. Conozcámonos.
Venimos de las entrañas del capitalismo, somos sus hijos, lo llevamos en lo profundo del alma. Por tanto, convivimos con el enemigo, con su lógica, nos habita. Somos al mismo tiempo creadores del mundo nuevo, del Socialismo y también enemigos de su creación. Ese dilema nos marca, esa lucha la libramos todos los días, de adentro de nosotros surgen los miedos a avanzar, las tentaciones del extravío. La batalla por el Socialismo se escenifica principalmente en nuestras almas.
Concluimos que si las medidas que tomamos estimulan al capitalismo, al sector privado, estaremos alimentando al peligroso enemigo que llevamos dentro. Nos desconocemos.
Quien se confunda y considere al capitalismo como aliado en la construcción del Socialismo, no conoce a su enemigo, ni se conoce a sí mismo.
¡Rodilla en tierra con Chávez y el Socialismo!
3 comentarios:
UN verdadero dilema el que libramos. Solo opino "SIN CONTROL NO HAY SOCIALISMO" solo vigilante de que ese espiritu capitalista que llevamos por dentro no se materialize o que cada dia sea menos, lograremos la construccion del SOCIALISMO.Si no nos estamos controlando permanentemente, nos dominará ese deseo de acumulacion de CAPITAL. "IRREVERENCIA EN LA DISCUCION LEALTAD EN LA ACCION" esa debe ser la consigna para CONTROLAR las desviaciones al SOCIALISMO.
Poe las ideas planteadas en este articulo es que me resultan preocupantes algunos discursos de "nuestros" gobernadores recien electos...
Este comentario es excelente. Lamentablemente, todavía tenemos que cohabitar con el enemigo, el capitalismo. La conciencia hay que elevarla al máximo.
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