A medida que la Revolución avanza, las aguas toman su
cauce, el espacio para la maniobra oportunista se reduce, las posiciones se
definen, las caretas caen, muchos se estacionan en el hombrillo, otros,
simplemente saltan la talanquera.
Las revoluciones tienen un punto que las define, las
caracteriza, y podemos decir, las sostiene, las hace posible.
Se trata de un punto sin el cual la Revolución pierde
el alma, se desnaturaliza, se desvanece, en ese punto, o por medio de ese punto
los pueblos en rebeldía se expresan, ese punto los resume.
Si ese punto desaparece, las sociedades se dispersan
en muchas manifestaciones sin sentido, sin propósito, se comportan como una
gallina despescuezada, hasta que al fin es atrapada por la quietud del
sepulcro.
Este punto, que llamaremos núcleo generador es
rápidamente detectado por el imperio, y hacia él enfilan sus más crueles
esfuerzos, necesitan extirparlo con crueldad, dejar sentado un precedente que
disuada: así lo hacen desde los días de Espartaco, de Cristo, en la
independencia lo hicieron con los patriotas, y al Libertador lo asesinaron, si
no físicamente, algo que está por dilucidarse todavía, con seguridad lo
hicieron espiritualmente.
La lista de esos puntos es larga, tan larga como la
historia de los intentos libertarios: Malcon X, Luther King, Mahatma Ghandi, Ho
Chi Minh, Torrijos, Allende, Fabricio, Jorge Rodríguez.
Hoy vivimos una Revolución que avanza firme hacia el
Socialismo, transitando su propio camino, con contradicciones, con una feroz
lucha de clases en su interior, pero siempre marchando hacia delante, en ella
el núcleo generador, el punto de que hablamos, es el Comandante Chávez. Esto
hay que reconocerlo sin mezquindad. Él resume el aliento vital de la Revolución
, sin él la Revolución se esfuma.
Eso lo sabe el imperio y contra él enfilan sus armas.
Esa es una buena medida del valor del Comandante.
En la práctica Chávez define. Eso significa que hoy en
Venezuela no es posible ser Revolucionario y no estar con Chávez. O dicho de
otra forma, si contra Chávez es, entonces es contrarrevolucionario.
Esa Revolución si se queda sin Chávez pierde su punto
principal, su núcleo generador, se desvanece en mil contradicciones.
A Chávez hay que apoyarlo sin reservas. Las Revoluciones
tienen como ley, el agruparse alrededor del líder, del núcleo generador.
Ese fue el éxito de la Revolución Cubana, que se
congrega alrededor de Fidel, fue la clave de la Revolución Soviética ,
concentrada alrededor de Lenin.
Fue el error principal de lo más avanzado de la
Revolución Chilena , del MIR. Tenía un excelente nivel de acierto en sus
propuestas políticas, pero no supo entender que era Allende el aliento de
aquella Revolución, sin Allende todo se derrumbaría.
Aquí en Venezuela la principal estrategia de la
ofensiva imperial es asesinar a Chávez, ya sea físicamente o moralmente. La
defensa de Chávez es el más importante objetivo para los revolucionarios. Debemos
estar con el Comandante, eso significa estar con lo que Chávez decida,
discutir todo con irreverencia, pero lealtad en la acción, secundarlo con
disciplina.
¡Chávez!
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