El Gobierno Revolucionario tiene como una de sus metas centrales el "Buen Vivir". Por su parte los candidatos de la derecha derrochan promesas de mejorar las condiciones de vida de la población. Alguna, más audaz que inteligente, nos habla de "capitalismo popular". Tiene el mérito de ubicar la confrontación en su justo lugar.
El Buen Vivir se enfrenta al capitalismo popular que resume, con las variantes propias de la demagogia, el pensamiento de la derecha. He aquí el fondo de la disputa, capitalismo contra Socialismo. Surgen preguntas. ¿En qué se diferencian las propuestas, cuáles son las razones para votar por Chávez, por el Socialismo, por el Buen Vivir, por qué el capitalismo es una propuesta fraudulenta? Veamos.
Desde hace más de un siglo en Venezuela los gobernantes demagógicos han propuesto mejoras para la población. Todas estas propuestas anunciaban salidas individuales, inmediatas, dentro de las estructuras capitalistas. Cien años de propuestas y todo seguía igual, pasaban los contratos colectivos, y todo igual, venía una bonanza petrolera, lo que caía de la mesa daba sensación de plenitud, para luego sorprendernos, despertar con que todo estaba peor que antes.
La mesa de la derecha capitalista sigue esta misma tradición, es promesa que no se puede cumplir, cien años de demagogia lo afirman.
En contraste, el Buen Vivir, la proposición socialista, está enclavada en una intención de cambio de las relaciones sociales, de un salto del capitalismo al Socialismo, de las salidas individuales a las salidas sociales, los cambios profundos de las estructuras. No es un mayor reparto de la renta petrolera, se trata de, con la renta petrolera, pagar deuda social, pero al mismo tiempo cambiar las relaciones económicas, fundar una economía en la que la sociedad sea dueña de la producción, y esta sea repartida a cada quién de acuerdo a sus necesidades, fundar una nueva cultura.
Este camino rompe con cien años de golpear con la cabeza al muro capitalista, lo hace estallar al cambiar las relaciones sociales, espirituales y económicas que lo sustentan. Es por esta vía que la sociedad busca el Buen Vivir, que la Revolución rompe con la tradición de la demagogia, la promesa vacía, el engaño.
En resumen: Sólo las salidas sociales, la búsqueda de la felicidad en sociedad, puede tener éxito. Las salidas individuales, egoístas, que propone el capitalismo sólo nos distrae en objetivos subalternos y deja intacta la estructura capitalista de apropiación de la riqueza social. Por la vía individual sólo se puede conseguir una ilusión de bienestar que es siempre efímera, porque siempre será absorbida por la voraz lógica capitalista.
Hoy, cuando se presentan tantas luchas reivindicativas, los dirigentes sindicales que quieran de verdad el bienestar de los trabajadores, deben explicarles que la mayor reivindicación, no sólo de ellos sino de la sociedad toda, es el Socialismo, y el Socialismo es con Chávez. Por eso aquel reclamo que perjudique a la Reivindicación Mayor, es condenar a la clase trabajadora a la prisión de la estructura capitalista que la pauperiza.
¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!
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