28.4.11

MÁS ALLÁ DE ERRORES Y DIFICULTADES… (Jueves 28-04-2011)

La ideología de la pequeña burguesía, que empapa a esta sociedad, no conoce la lealtad, al contrario, el oportunismo, el lucro fácil, la actitud de rebaño indeciso, son su marca de Caín. Por eso es imposible que conduzca a buen término un proceso revolucionario.

Al primer disgusto cambia de camisa, es voluble, es humo, incapaz de acciones de largo aliento, cualquier piedra en el camino la acobarda, cualquier duda la hace retroceder.

Es con este telón de fondo que debemos analizar el episodio de Joaquín Becerra. Sin duda fue un error, no abundaremos en los detalles, ya mucha gente ha escrito y declarado, el hecho es bien conocido. Nos limitaremos a estudiar las causas de la falla, su significado, su evolución.

Ante todo hay que reafirmar la Fe en el Comandante Chávez, más allá de los naturales errores, él es el líder de esta Revolución. El riesgo de equívocos es consustancial a la acción revolucionaria, el que conozca a un líder que no haya cometido errores y que nunca se haya equivocado, que tire la primera piedra. Ni el Papa es infalible, desde Marx hasta Bolívar, el Che, Fidel, Fabricio, todos guardan errores en su historia.

Lo importante es mantener la continuidad en la lucha, derrotar el vaivén inconsecuente, y he allí la importancia de la disciplina, la confianza y la lealtad con el líder, ellas permiten, más allá de las fallas, mantener la coherencia de las fuerzas. Sólo la disciplina derrota la vacilación pequeño burguesa y otorga profundidad estratégica a la lucha.

Ahora bien, debemos estudiar el trasfondo de la captura y entrega de Joaquín Becerra. El hecho sólo se puede entender si lo vemos desde la feroz lucha que ocurre en el interior de la Revolución. Aquí se enfrentan dos visiones del mundo: el reformismo restaurador y la visión revolucionaria.

El reformismo está envalentonado, avanza sobre las debilidades ideológicas de la Revolución que obstaculizan la claridad en el rumbo. Impulsan su proyecto de conciliación económico, social y político, aúpan a la burguesía y simultáneamente atacan con odio cualquier pincelada de Revolución. Primero se sientan con un banquero que con un revolucionario.

La Revolución sólo triunfará, sólo será posible, con la derrota del reformismo restaurador.

Sólo hay una solución a la confrontación interna: profundizar las acciones Revolucionarias, luchar duramente contra los extravíos teóricos, construir zonas y santuarios socialistas. Sólo de esos núcleos brotará energía para mantener el rumbo. Los cabeceos hacia la derecha tienen su origen, principalmente, en la debilidad de la praxis revolucionaria.

La principal causa de los extravíos que hoy lamentamos, el primer pilar que debemos corregir, es la debilidad teórica. Es necesario atender este campo que, dicho sea de paso, ha sido saboteado desde adentro. Muchos intentos ha convocado Chávez, desde aquel motor moral y luces, hasta el último “congreso ideológico”, todos saboteados con sordina.

Es importante recordar la máxima de los clásicos: "Sin teoría revolucionaria, no habrá práctica revolucionaria".

¡Con Chávez resteaos!

1 comentario:

Anónimo dijo...

En verdad camaradas que su articulo a propósito de la entrega de Joaquin Becerra es un burdo ejemplo de retorica y de falta de critica, al menos se les apunta reconocer que fue un error la entrega, pero a los sectores de izquierda que hemos rechazado esta entrega, nos nos interesa que ustedes lo reconozcan, sino que lo reconozca el comandante líder de la revolución y que el mismo revierta esta política, pues esta visto que el PSUV que se supone que es el partido de la revolución y en este sentido el llamado a pronunciarse, no tiene opinión. Esta entrega la vemos no como error de una acción o una mala desiciòn aislada y fortuita, sino como toda una política de entregas que nada tiene de revolucionaria. Es que no es el primer caso, la entrega de revolucionarios pareció convertirse en una política de estado, que en muchos aspectos pareciera la continuidad en Venezuela de la política de seguridad democrática de Uribe y Santos; creo que no se ha entendido o no se quiere entender el reclamo de los que hemos rechazado esta acciòn, sin contar con que el calificativo de "grupitos", con el que señalo maduro a los que le reclamamos por su responsabilidad en los hechos, y los rebuscados calificativos que ustedes utilizan en su articulo, no contribuyen en nada a la soluciòn del problema, ademas que subestima la capacidad de sectores conscientes y verdaderamente revolucionarios que están dispuestos a dar la vida por esta revolución y sus principios, uno de los cuales es el internacionalismo y la solidaridad. Ojala que la arrogancia y la soberbia de nuestra dirigencia no les impida reconocer el error cometido y quebrar mas la confianza en quienes direccionan este proceso. Julio