La guerra de hoy es sin duda continuación de la inmensa confrontación que dio origen a la nacionalidad, es la misma batalla de la independencia, no obstante, hoy toma rasgos singulares. Nos enfrentamos a la mayor maquinaria de dominación que ha conocido la humanidad, más por la capacidad de manipulación de las almas que por la inmensa potencia de su material bélico, por ello es imprescindible delimitar los campos.
El Decreto del 15 de junio de 1813, delimitó claramente los campos en pugna durante la Revolución de la Independencia , ya no había lugar a confusión, o se estaba con la Independencia o se estaba contra ella.
Hoy en la Revolución Bolivariana la situación tiene circunstancias diferentes. La batalla, que es pacífica, sucede en medio de un enfrentamiento entre la legalidad y la lógica oligarburguesa que arropa a todas las circunstancias de la vida nacional, y se resiste al avance del espíritu, la lógica, la cultura de la Revolución que se esfuerza por terminar de nacer.
Cotidianos son los ejemplos de este afán de lo nuevo que pugna por instalarse en el alma de la sociedad, que lucha por instalar una nueva cultura. Un ejemplo nos ayudará a comprender.
Siempre que hay una guerra se intenta cortar las vías de suministro del ejército adversario, esa es una medida elemental, el abc de la guerra. Así fue en la Revolución de Independencia, los Patriotas sufrieron los cortes de suministros de los antipatriotas. La búsqueda de alimentos era una prioridad militar de vida o muerte, el desabastecimiento era un arma definitiva. Veamos lo que cuenta Acosta Saignes sobre aquellas circunstancias:
“A finales de 1814 cuando habían avanzado mucho los realistas en Occidente, Mariño y sus oficiales se prepararon en Maturín para resistir y atacar, empotrerando el ganado más domestico. Así se produjo una curiosa crisis de exceso de abastecimiento, cuando en septiembre de 1814 la gran cantidad de ganado que juntaron se había comido todos los pastos de las sabanas adyacentes a Maturín. Murieron tantos ganados, que, según informa Francisco Javier Yánez, dentro de la propia ciudad surgieron graves problemas a causa de esta crisis de producción por exceso, cuando 500 reses murieron de hambre en las calles”…
El 12 de Septiembre de 1814 Francisco Bermúdez, Comandante en Jefe de la plaza de Maturín, conjuntamente con Pedro Zaraza, Manuel Cedeño y José Tadeo Monagas enfrentan a Francisco Tomás Morales y lo derrotaron.
Esta Revolución nuestra no escapa del ataque a sus líneas de suministro, en el año 2008, sufrimos una fuerte ofensiva de desabastecimiento por parte de la oligarburguesia. La embestida se enfrentó con vigor, en el intento se cometieron errores, y tuvimos bajas, pero se venció. PDVAL existe y es trinchera para otras batallas, la sociedad está abastecida, pero los oficiales patriotas que comandaron la batalla están presos…
Son presos, guerreros de la batalla contra las circunstancias oligarburguesas que nos arropan, protagonistas de la difícil batalla por la Revolución. Honor y Gloria a los héroes de PDVAL.
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