23.12.10

LA CONJURA (Jueves 23-12-2010)

Siempre que un proceso tiene posibilidades socialistas, la restauración confabula todas sus fuerzas reaccionarias, impedir el avance revolucionario las une. Las armas son variadas, van desde el golpe frontal, hasta las argucias teóricas. Todo es válido para frenar al Socialismo. Veamos.
En las etapas más avanzadas de la posibilidad socialista, cuando el bando capitalista está desprestigiado, su sistema se desmorona y es difícil de defender de manera directa, entonces los capitalistas apelan a la ideología pequeño burguesa para intentar desviar el curso revolucionario.
Y con ella tienen grandes posibilidades de éxito. El principal peligro de la Revolución es la ideología pequeño burguesa, ésta engaña, confunde.
Su primer paso es construir una cortina ideológica con la intención de ocultar, de mil maneras, la lucha de clases, la desvían hacia luchas parciales, a los obreros y campesinos los confinan a su pequeño entorno, impiden que se reconozcan como clases, que se unan y asuman su papel histórico.
Así fragmentan la lucha, la reducen a cotos sin ninguna conexión con la política, la doman, la privan de cualquier peligrosidad para el sistema. En esa lucha dirigida por la pequeña burguesía, no se contempla la sustitución del sistema capitalista, ni la construcción socialista. No se habla de hegemonía de la propiedad ni de Conciencia del Deber Social, les temen, los saben pilares del Socialismo.
La deformación teórica es su arma más potente: con ella confunden a la masa. Despojan a la revolución de su historia, de esa manera “todo está por inventar”, la privan de la experiencia y de la teoría revolucionaria universal, “todo lo pasado es fracaso”, “no hay nada que aprender”, “todo debe ser inventado”. Sólo recuperan fragmentos e imágenes sin hilación con el presente.
En nombre de una ultra democracia individualizan la lucha: que cada uno vele por sus intereses, a eso lo llaman “libertad”, aplastan la visión social, de clase, castran a la organización.
Pretenden sumergirnos sólo en este momento histórico, que sería perpetuo. Según ese engaño, todo comenzó con nosotros: el capitalismo, su lógica, siempre ha estado allí, “es la naturaleza humana”, la lucha sólo puede ser por mejorar el entorno, nunca superar al sistema, más allá no hay nada.
Así nos confiscan la estrategia que emociona, no hay la gran meta social que convoque a un pueblo para los grandes cambios, no hay razones sagradas por las cuales luchar. La batalla se reduce a la pelea mezquina por los beneficios de hoy, el economicismo y el egoísmo, la puja con un Estado que les parece ajeno.
De esa manera pretenden derrotar en lo ideológico a la Revolución , y sabemos que esa derrota precedería a la hecatombe.
La ideología de la pequeña burguesía es certificada por el imperio, éste por un lado calumnia a la Revolución todos los días, y por otro les otorga ¡visa! a los centros ideológicos y personeros pequeños burgueses para que hagan Congresos ideológicos en New York y “Analicen la democracia venezolana”. La pequeña burguesía se conjura con sus similares y ataca a la Ideología Revolucionaria.
¡Chávez es Garantía!

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