Quiroz Corradi es un conmilitón de las transnacionales petroleras, un capitalista franco. Propone en sus artículos en El Nacional un esbozo de plan de gobierno para un hipotético triunfo oligarca, no especifica la vía, pero la suponemos.
Es ilustrativa su propuesta para el sector obrero. Veamos algunos párrafos de su artículo.
Dice Quiroz Corradi: “Este régimen ha intentado destruir al movimiento sindical. Desconocido a sus instituciones (...) Creado sindicato-patronales oficialistas y estimulado otras formas de organización laboral para integrarlos a una ideología que subordina los derechos de los trabajadores a la prioridad de un supuesto bienestar colectivo”.
Se le sale el talante oligarca, difícilmente podría definir mejor el Socialismo: “Subordinar el interés de los trabajadores al bienestar colectivo”, es decir, social. Esa es la única manera de acabar con la explotación capitalista y de liberar a los trabajadores del trabajo esclavo, explotador, que le impone la oligarquía a la sociedad.
Allí esta el centro de la disputa, al capitalismo no le interesa el pensamiento social, ni la economía social, el capitalismo se basa en la fragmentación de la sociedad, en el egoísmo. El socialismo es integración de la sociedad.
Continua Quiroz: “En lo posible hay que convertir al trabajador en accionista. En las empresas del Estado colocar 20% de sus acciones en un fideicomiso de los trabajadores. En las empresas privadas diseñar diferentes modalidades de participación.”
La propuesta de Quiroz es fragmentadora, además de ser ficción. Pretende que los obreros se olviden de la sociedad, contribuyan a la fragmentación, den la espalda a su compromiso histórico de ser liberadores de toda la sociedad, única manera de liberarse ellos. La propuesta de Quiroz armoniza con la propuesta del “Control Obrero”. Las dos son fragmentadoras, impiden el encuentro de la Clase Obrera con su ideología, la convierte en pilar del capitalismo.
Continua Quiroz: “El viejo dilema de la repartición de los beneficios entre el capital y el trabajo se simplificará cuando la gerencia y los trabajadores se encuentren en las asambleas de accionistas.”
La esencia de la proposición de Quiroz está clara: desarmar a los obreros, impedir que se constituyan en Clase Conciente. De esa velada manera los antisocialistas coinciden y aúpan el Control Obrero, porque lo saben fragmentador, les sirve a sus propósitos de defensa del capitalismo.
Los obreros fragmentados, dispersos en objetivos parciales, defenderán sus intereses parciales, opuestos al de toda la sociedad. Y en el caso de Venezuela se enfrentarán a la Revolución y al Comandante Chávez.
De esta manera la oligarquía busca paradójicos aliados obreros, que impidan que la Clase Obrera se haga conciente, que impulse y defienda el Socialismo, proponga Propiedad Social administrada por el Estado, promueva la Conciencia del Deber Social, de pertenencia a la sociedad. Participe y dirija la construcción de una sociedad donde el trabajo de todos sea para beneficio de todos, donde cada uno aporte de acuerdo a su capacidad y reciba de acuerdo a su necesidad. Una sociedad que haga verdad el mandato de Cristo: “amaos los unos a los otros”.
¡Chávez es Socialismo!
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