2.3.10

CAMBIAR PARA PRECISAR

Hace algunos años comenzamos a escribir estos granos, miles de granos caminan por la polémica venezolana: hablamos de Baduel cuando aún no colgaba el uniforme, también tocamos a Uzcátegui, hoy en huida y ayer “empresario socialista” aplaudido por quien debía y también por quien no debía. Siempre la irreverencia en la discusión y la lealtad con el Comandante y el Socialismo ha sido nuestra guía.
Al principio de estos granos no recibíamos muchos ataques, esa es la verdad. Eran tiempos de vientos a favor, no importaba mucho el rigor teórico, la pequeña burguesía imponía su ideología sin mucho esfuerzo. Luego esa ideología fue golpeada por la práctica: la reforma se perdió, y las elecciones a gobernaciones no salieron tan bien como deberían.
La situación cambió, la lucha de clases interna arreció, y cada día se profundiza más. Y sabemos que es en las ideas donde se decide el rumbo de la Revolución.
Ahora bien, con el recrudecimiento de la lucha interna, también se agudizan los ataques al Grano. Primero eran mensajes amenazantes, después presiones a quienes nos dan facilidades de expresión, y por último ataques abiertos a factores que los adversarios imaginan nos sostienen.
El Grano de Maíz tiene algo que decir, dejemos de lado si es acertado o no, sólo reclamamos el derecho a decirlo, a que se discuta, el derecho a existir.
En consideración a esto último, “Antonio Aponte”, que calzaba hasta hoy los Granos de Maíz, será sustituido, en aras de precisar responsabilidades, por Toby Valderrama, militante del PSUV. Éste asume la autoría de los Granos de Maíz, cualquier reclamo, discusión, polémica, discrepancia, pero también cualquier elogio debe ser dirigidos a él.
De esta manera, hacemos más precisa la autoría del Grano de Maíz, y cualquier intento de responsabilizar a otros del contenido del Grano tendrá ocultas intenciones, diferentes motivaciones.
Ratificamos la misma línea que el Grano ha mantenido hasta ahora.
Ratificamos nuestro apoyo incondicional al Comandante Chávez, a la idea del Socialismo.
Ratificamos nuestro convencimiento de que estamos inmersos en una profunda lucha de clases, que el reformismo mina de tal manera a la Revolución , la debilita tanto, que permite el zarpazo fascista, que capitalista no hace Socialismo.
Ratificamos que la Revolución está asediada desde el exterior y desde su propio interior. Son días de encrucijada que piden urgente la unidad de los revolucionarios en torno a la idea y la práctica revolucionaria. El reformismo y el capitalismo franco se agrupan, reclutan a los débiles, inventan excusas, preparan la ofensiva final.
Ratificamos las propuestas para diferenciarnos de los oligarcas en las elecciones parlamentarias: creemos firmemente que esta Revolución necesita distarse de las prácticas electorales tradicionales, que no educan al pueblo, que no lo ayudan a percibir una conducta diferente en sus verdaderos líderes. Sólo de esta manera, y en la práctica, conseguiremos repeler los ataques del campo enemigo.
¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!

1 comentario:

LISSETH dijo...

BUENAS TARDES SON FIEL LECTORA DE USTEDES PERO ME AGRADEARÍA SABER SÍ LE FUÉ DEDICADO ALGUNA PUBLICACIÓN A LA PERSONA QUE ME IMPULSO A LEERLOS CONSTANTEMENTE COMO PARTE DE MI ESCUELA DE FORMACIÓN IDEOLÓGICA AL ING. WUILMAN PEREIRA.