La tesis del desarrollo desigual de los procesos sociales es imprescindible para entendernos. Veamos.
La Revolución de Octubre en la Unión Soviética se fundamenta en la tesis del desarrollo desigual del imperialismo, y en el desprendimiento del eslabón más débil.
Ese desarrollo desigual, válido para lo internacional, para lo universal, también lo es para lo nacional, para lo particular. El Che comparaba al subdesarrollo de un país con un enano deforme.
Se deduce que las revoluciones tienen también un desarrollo desigual. Es decir, el avance revolucionario en las diferentes manifestaciones de la vida social es desigual.
Lo anterior contribuye a explicar el tránsito de la Revolución Bolivariana. Analicemos.
La Revolución Bolivariana comienza desarrollando rápidamente la conciencia: recordemos las palabras de aquel embajador que refiriéndose a Chávez dijo: “fíjense en lo que hace y no en lo que dice”.
Y el Comandante con su decir, recorrió todo el país y sembró hondo en el corazón del pueblo a la Revolución y a su liderazgo, levantó la conciencia, la autoestima, el sentido de pertenencia, construyó así el pilar fundamental de una Revolución.
Después vino la declaración de antiimperialista, de anticapitalista y de Socialista. El rumbo estaba marcado, íbamos al Socialismo.
De allí en adelante la Revolución avanza en el rumbo fijado, dando la respuesta correcta a las circunstancias, respondiendo a las agresiones.
Recordemos que el avance es desigual. Tomamos colinas y a veces las perdemos: así pasó con Radio Caracas, le quitamos a los oligarcas la señal pero no supimos ponerla al servicio del camino al Socialismo.
Avanzamos en lo económico con las fábricas de harina de maíz de Yaracuy, marcamos el rumbo: la economía debía tener hegemonía de Propiedad Social. Pero convivimos con formas capitalistas infiltradas como Empreven.
Con las socializaciones de la electricidad, de las comunicaciones, de las empresas conexas con la industria petrolera, redoblamos el paso hacia el Socialismo, lo desarrollamos. Simultáneamente estimulamos formas económicas capitalistas creadoras de egoísmo.
Es el desarrollo desigual.
En la Revolución encontramos gente como la Brigada de Trabajo Voluntario, los internacionalistas que fueron a Cuba cuando aquella isla fue azotada por tres huracanes en una semana, y también encontramos ladrones roba gallina y ladrones que se apropian de un banco entero. Son los reflejos del desarrollo desigual de la Revolución.
Muchos logros tenemos para mostrar: este es un pueblo que sabe leer, y tiene libros para leer. Un pueblo que come, que es respetado, se expresa, es atendido, y sobre todo, tiene un sueño y la garra para construirlo.
Están pendientes la reforma del Estado, el burocratismo, la organización social, la lucha contra la inseguridad, recoger la basura, etc.
La respuesta de la Revolución al problema de los Bancos señala que vamos por el camino correcto: los Bancos con problemas y sus riquezas pasan a Propiedad Social, la tendencia es a seguir caminando hacia el Socialismo, a atender las zonas retrasadas, a consolidar las zonas de vanguardia.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para Fidel y Los Cinco!
¡Irreverencia en la Discusión, Lealtad en la Acción!
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