La oligarquía ha lanzado una feroz ofensiva en contra de la Revolución, de su dirección: los tratan de dibujar iguales a la cuarta, con la misma moral, guiados por las mismas apetencias, con los mismos vicios. Es urgente diferenciarse. Veamos.
Se han apoyado en la polvareda de los bancos para crear una imagen corrupta de nuestros dirigentes, para hacer sinónimo a Bolivariano con burguesía y corrupción. La andanada es intensa, reclama respuesta fuerte de nuestra parte.
No es suficiente explicar que el Gobierno actuó en contra de los delincuentes de cuello blanco, no es suficiente aunque si necesario, explicar que en el capitalismo, cuya esencia es la estafa, siempre se verán estos episodios delictivos, por tanto, son fenómenos propios no del avance al Socialismo, sino propios del capitalismo que aún nos habita.
No es suficiente explicar que las acusaciones de la oposición son interesadas y son hechas a la ligera, sin ninguna base. Y que el Gobierno demuestra que perseguirá a los corruptos.
No es suficiente decir que es una ironía, un sarcasmo, que Ramos Allup y Ledezma, dirigentes y beneficiarios adecos, el partido que inventó la corrupción que aún padecemos, estén queriendo dar cátedra de sanidad administrativa.
Debemos reconocer que la ofensiva enemiga ha calado en la masa. Y debemos reconocer con valentía que muchas veces nuestra ostentación da pie a la duda. Y que por sobre todo no hemos sabido defender la imagen de la Revolución.
¿Qué hacer?
Es necesario preservar la imagen de la Revolución y de los dirigentes, enturbiarla es el objetivo de la oligarquía, saben que de esa manera nos debilitan y pueden dar su zarpazo infame.
Para proteger la imagen de la Revolución es necesario volver a los orígenes, cuando esta Revolución consiguió estremecer al continente con el desprendimiento y la sinceridad, la honestidad incuestionable del 4 de febrero.
Es necesario volver al espíritu de Abril, de Diciembre, de Santa Inés, cuando la grandeza guió las batallas, el desprendimiento, el altruismo iluminaron el cielo, y este pueblo y sus dirigentes demostraron que somos herederos de los próceres, que el altruismo de Bolívar, la entrega del Libertador a la causa de la Patria, es la guía de la Revolución.
Es necesario hacer lo que sólo la Revolución y los Revolucionarios pueden hacer: volvamos a sorprender al continente, vayamos a lo profundo de los cambios, dejemos atrás la lógica oligarca.
¡Inventemos! Invoquemos la audacia de la Comuna de París, el coraje de la Junta Patriótica.
Que el PSUV se empine y alcance la altura que el momento requiere, que junto al Gobierno y al parlamento den muestras claras de acompañar al Comandante en la batalla que exprese que somos diferentes, que para nosotros la única gloria es servir a la patria, a la sociedad, fundar una nación donde todos vivamos con la mayor suma de felicidad posible.
Sólo así, en la práctica, con el ejemplo, derrotaremos las ofensivas oligarcas.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para Fidel y los Cinco!
¡¡Irreverencia en la Discusión, Lealtad en la Acción !!
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