14.1.09

TREINTA DÍAS DE PACIENCIA

En treinta días iremos a las elecciones para aprobar la enmienda propuesta por el Comandante Chávez. Es una decisión de vida o muerte para el país, se trata de abrir la posibilidad de la permanencia de Chávez al frente del gobierno y de la Revolución Bolivariana.
Inmediatamente que se asomó la Enmienda los oligarcas activaron sus laboratorios de manipulación de la opinión pública, tienen asesores y dinero del imperio, sus dardos deformadores llueven sobre las zonas populares chavistas.
Rumores preparan el terreno, la televisión secunda la operación infame, los periódicos y la radio la refuerzan. Se apoyan en fragmentos de la realidad, exageran lo malo, publicitan nuestros errores y omisiones, desprestigian reputaciones. Así consiguen sembrar visiones deformadoras.
Estas visiones deformadas de la realidad hacen posible que los humildes elijan a sus propios verdugos, que los humildes favorezcan a los oligarcas y perjudiquen a sus representantes naturales.
Debemos combatir esta embestida fascista, comprender que no estamos en medio de una campaña electoral, estamos confrontando una guerra de cuarta generación que intenta colonizar el alma de la base social revolucionaria.
Ahora intentan confundir, usar los errores de la Revolución para que los humildes la asesinen. Es verdad que hay errores, omisiones, hasta estupideces ha cometido la Revolución.
Es verdad, pero no podía ser de otra manera, las revoluciones suceden en medio de una feroz lucha interna, en el camino se van depurando, van corrigiendo, aprenden. Lo importante es mantener viva la posibilidad de Enmendar, lo importante es la existencia de la Esperanza, la existencia de la Revolución, el liderazgo del Comandante.
Sería un error imperdonable, un suicidio, que alguien por un problema subalterno atente contra la Enmienda, porque sería atentar contra la Revolución, contra sí mismo.
Debemos mantener viva la Revolución para poder tener la posibilidad de corregir, de rectificar. Sin Revolución no hay otra posibilidad que la saña oligarca sobre el pueblo que una vez intentó ser libre.
No hay nada que irrite más a los oligarcas, que despierte más su odio, que un pueblo que intente ser libre. Si ese pueblo falla en el intento, con sangre y fuego, con terror, los oligarcas intentarán borrar de la memoria y del corazón de la sociedad el ejemplo.
Ya la historia nos habla de las cabezas de los independentistas fritas en aceite, colocadas por los colonizadores españoles a la entrada de las ciudades, conocemos de las persecuciones de abril, estamos viendo el genocidio de Gaza, recordamos el terror de pinochet en Chile.
Es así, el fascismo que se esconde en el corazón escuálido se desata cuando ve a la Revolución en retroceso.
En febrero, faltan treinta días, ganaremos el derecho a perfeccionar a la Revolución Bolivariana. Después de la Enmienda, unidos ejerceremos la contraloría revolucionaria, los errores serán corregidos, todos serán atendidos, los corruptos serán expulsados, los eficientes premiados.
En febrero, faltan treinta días, ganaremos y reafirmaremos el derecho a salir a la calle a exigir y también a dar a la Revolución. Tendremos paciencia.
¡Nada es más importante que la Enmienda !
¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!

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