1.12.08

LA GOTA

Cuando nos cae una gota de agua en la cabeza, nos ponemos alertas. Si a esa primera gota la siguen dos más, no esperamos otro aviso, deducimos que viene lluvia y hacemos los arreglos para afrontarla, buscamos paraguas o refugios. Asimismo es la política. Allí el éxito estriba en comprender las gotas que anuncian el futuro, y tomar las providencias.
Las gotas siempre están cayendo, sin embargo, no todos las interpretan, existen cantidad de obstáculos que impiden su comprensión. Veamos.
Hay una tendencia a sólo ver lo que nos conviene. El caso más frecuente, y no por eso menos patético, es el de los candidatos presidenciales que ignoran todas las señales, todas las gotas. No creen en encuestas, y tampoco en que sus mítines son pobres, pero, si los saluda una señora y un niño, magnifican el hecho y lo toman como signo de triunfo seguro.
Si la gota presagia tormenta, la ignoramos, nos refugiamos en el mundo de la imaginación y esperamos un milagro. Si la gota contradice lo que piensan los superiores, la ocultamos, son pocos los superiores que valoran las gotas adversas. Es difícil, se necesita mucha valentía para analizar las gotas correctamente.
Para los revolucionarios es imprescindible entender los mensajes que traen las gotas, las señales que nos manda el futuro, de eso depende el éxito de la revolución. El Che predijo, veinte años antes, la caída de la Unión Soviética, cuando nadie creía, cuando hablar de eso era una locura o un extremismo. Y la valentía del análisis del Che, lo correcto de su apreciación, salvó a Cuba y a la posibilidad socialista para la humanidad.
En Venezuela debemos estar atentos a las gotas. Bush manda muchas gotas, esas presagian intervención, no hay dudas. Chávez envía muchas gotas, esas anuncian dignidad. El pueblo protesta desordenadamente, esas gotas anuncian desorganización. En las elecciones pasadas hubo mucha abstención, esas gotas anuncian confusión. Venezuela, Cuba y Bolivia están más unidas que nunca, esas informan redención. Llegaron los Kalashnikov, esas gotas avisan preparación. Hay socialismo y hay también capitalismo, esas gotas dicen conflicto. Hay conciliación a montón, esas gotas presagian plan restaurador. Crece el crédito al consumo superfluo, esas gotas indican extravío. Se trancan autopistas y calles por pequeñeces, esas gotas denuncian inconciencia de deber social. Chávez dijo "Socialismo o Muerte", esa gota marca la esperanza.
El deber de los revolucionarios es ver las señales, analizarlas con valentía, sin miedo a equivocarse. Un error nunca debe ocultarse, al contrario, debe discutirse abiertamente, esa es la única manera de corregirlo, y ya sabemos que revolución que no corrige errores se pierde. Nunca una revolución se ha perdido por discutir sus errores, en cambio muchas se han perdido en evasivas mediocres.
¡Solo el Pueblo Organizado puede construir el Socialismo!

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