4.9.08

LA ALCANCIA DE BORGES

La oligarquía es sabia en la defensa de su sistema de dominación. Si se le deja un resquicio, por allí cuela su ponzoña. A veces usa el miedo, otras veces promete el paraíso, siempre engaña y tuerce la realidad a su favor.
La oligarquía nos agrede con dardos lanzados contra el alma de los humildes, de esa manera consiguieron el triunfo del 2 de diciembre, y de esa misma manera nos combaten ahora.
Contra las 26 leyes de la habilitante trabajan en el espíritu. Difunden miedo, principalmente al despojo, dicen que nos quitarán cosas, y así inducen a la población a abstenerse, o a votar en contra.
Ellos se afianzan en el sistema de valores egoístas que lamentablemente nosotros también ayudamos a incrementar.
No hay nada que les de más temor que la Conciencia del Deber Social, saben que allí está la base de la sustitución del sistema capitalista. Contra ella enfilan sus ballestas, son pacientes en su labor, crean debilidades en la conciencia revolucionaria de la población y allí construyen sus trincheras de ataque. Sus más poderosas ofensivas tienen como piso al individualismo, al egoísmo.
Ya padecimos varios de estos ataques, heinz dieterich y su “economía de equivalencias” fue uno de los más importantes. Allí se proponía el egoísmo llevado a sus más bajos niveles, cada uno trabajando para sí mismo, sin ningún sentido de sociedad.
Otro fue la tarjeta Mi Negra, que equivalía a descuartizar a la patria y dar a cada uno de sus habitantes su pedacito, para que se levantaran una mañana sin nada en la mano, y sin patria, huérfanos y convictos de matricidio.
Ahora, julio borges se presenta con una proposición que tiene como fondo el convencimiento de que el pueblo humilde de Venezuela ha perdido cualquier noción de sociedad, de patria, de vida en común. Desconocen los avances en la Conciencia del Deber Social que hemos tenido estos diez años de construcción del Socialismo. Veamos.
La propuesta de borges, tal como aparece en El Universal del 1 de septiembre, es así: … “propone que con todas las empresas que hoy están en manos del Gobierno se constituya ‘una alcancía gigante’ y que cada venezolano sea dueño de las acciones de esas compañías para crear un fondo de seguridad y ahorro social, con nombre y apellido, bancarizado y para todos por igual".
A primera vista la proposición es atrayente, a cada uno de nosotros nos tocará una parte. Pero la “alcancía gigante” de borges es también, el pueblo lo sabe, la sepultura de la sociedad y de la patria venezolana, que se fragmentará en 26 millones de egoísmos, y esos egoísmos se despertarán temprano sin patria y sin dinero, porque la nación inerme sucumbirá en manos de las oligarquías mundiales, que se apropiarán del petróleo, del agua y de la nacionalidad.
La “alcancía de borges” es un espejito de indio que pretende convertirnos en patricidas, en vendepatrias. Se equivocan, los derrotaremos.
¡Chávez es Esperanza Socialista!
¡Lo que atente contra el Socialismo es ilegal!

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