19.2.08

…DESDE EL FONDO DE UNA CUEVA

En días pasados asistimos a un acto de dotación de equipos técnicos a los medios comunitarios, cámaras de filmación y otros recursos se repartieron, un buen esfuerzo del Ministerio de Comunicación. Fue un evento bonito, evidencia de la importancia que el gobierno revolucionario da a la comunicación.

También el Comandante ha exigido el aumento de la cobertura de la Radio Nacional , y de las televisoras del Estado.
Felicitamos la postura, aumentar el nivel técnico de las comunicaciones es un paso en la dirección correcta. Pero, y aunque desentone, debemos decir que la tecnología, la dotación técnica no es lo principal. Expliquemos.
En una Revolución lo determinante son las ideas, no los instrumentos técnicos. Ya Martí decía que: "una idea justa desde el fondo de una cueva puede derrotar un ejército".
Las ideas, la ideología es lo más importante en una Revolución. No significa que se desprecie la técnica, significa que técnica sin ideología correcta es desperdicio.

Por eso felicitamos los esfuerzos por elevar el nivel técnico de la comunicación revolucionaria, y planteamos que paralelo a este esfuerzo debe estar el trabajo por convertirlos en centros difusores y enriquecedores de la ideología revolucionaria.
Ahora bien, ¿cómo dotar esos medios poderosos, de ideas poderosas, sacar la idea justa del fondo de la cueva y colocarla en la batalla que hoy libramos?
Lo primero es entender que la adquisición de la ideología revolucionaria, de la conciencia revolucionaria no es un asunto espontáneo, es necesario estudio y esfuerzo.
Si dejamos a los medios sin nutrición de contenido, sin orientación ideológica, al espontaneísmo, entonces, el mensaje que difundan inexorablemente reproducirá la ideología hegemónica, la ideología del capitalismo.
Se debe dotar a los medios de un sentido, el sentido revolucionario, deben estar al servicio de la construcción del Socialismo, de su conciencia, de su materialidad.
Es necesario crear centros ideológicos, encargados de la difusión, recopilación y creación del pensamiento revolucionario universal y nacional. Los ministerios respectivos, el motor Moral y Luces, la poderosa imprenta, todo debe estar al servicio de la ideología revolucionaría. La comunicación debe ser creación de cultura revolucionaria.
De todo esto surge una pregunta:
¿Cuáles son los obstáculos para que el Pueblo sea dotado de la ideología revolucionaria?
Dos ideologías se oponen al encuentro del Pueblo con la ideología revolucionaria, las dos emergen de la pequeña burguesía. Una es el anarquismo tropical, la otra el reformismo.
Las formas anarcoides niegan al Estado, y los argumentos que le sirven para esa negación necesariamente lo conducen al espontaneísmo. Guiados por el axioma, "el Pueblo es sabio y sabrá que hacer" niegan la necesidad de armar al Pueblo con la ideología revolucionaria.
El reformismo, al no querer avanzar hacia el Socialismo, no necesita cambiar ni la calidad capitalista de la sociedad, ni la ideología.
En conclusión, es necesario a la par de la dotación de equipos técnicos, sacar la idea justa desde el fondo de la cueva, esto significa, como decía el Che: "proletarizar el pensamiento".
¡Chávez es Socialismo!

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