14.10.07

HUMMER PROPIEDAD Y CONCIENCIA

En estos últimos días la Hummer ha ocupado el centro de las discusiones éticas de la Revolución Bolivariana. El Comandante nos dijo que ese no puede ser símbolo de una sociedad en Revolución, que algo estaba flojo si había esos niveles de consumo suntuario, por tanto era necesario revisar el derroche, en lujo y oropel, de los dólares de Cadivi. Paso importantísimo, que demuestra en la práctica que la sociedad, a través del Estado, toma cuenta de su rumbo.

Las reflexiones del Comandante traen a la discusión el punto vital de una Revolución: La Conciencia.

Si estudiamos el asunto Hummer aislado de la conciencia, y a ésta aislada de la propiedad, sólo estaremos viendo el fenómeno en su superficie, en su apariencia. Debemos preguntarnos qué hay tras una Hummer, qué significa, qué necesidades está satisfaciendo, cómo se relaciona con el sistema de propiedad nosocial que es hegemónico, y con su sistema de valores éticos.
Podríamos empezar diciendo que la Hummer tiene tanto éxito porque satisface necesidades, no de simple transporte, sino porque son un símbolo de poder extremo. Ellas nos recuerdan el poder (imperial) imponiéndose sobre los más débiles, es decir, satisface necesidades de dominación, son símbolo de dominación, alimentan la conciencia de la dominación.
Podríamos entonces deducir que la Hummer es síntoma de la proliferación de la conciencia de la dominación en nuestra sociedad, y de esta manera ya comprenderíamos que el fondo de la cuestión no son las Hummer sino las condiciones que dan origen a esa conciencia de la dominación. Profundicemos.
El Che resaltó en la teoría y en la práctica que lo fundamental en una Revolución, el objetivo último de ella, era la formación de la Conciencia del Deber Social, la Conciencia Revolucionaria, por tanto todos sus pasos debían tener como fin la formación de esa conciencia.
El Che y la Revolución Cubana nos indican con claridad que la forma de propiedad y la conciencia están entrelazadas, forman un complejo. Y que no es posible construir la conciencia del deber social sin un piso fuerte y extendido de propiedad generadora de esa conciencia, la Propiedad Social administrada por el Estado.
Después del Che, la Propiedad Social debía llamarse Propiedad Generadora de Conciencia Social. Y la Propiedad Nosocial debía llamarse Propiedad Generadora de Conciencia Nosocial, de Conciencia Antisocial.
Nos enseña también el Che que la adquisición de esta conciencia no brota espontáneamente de la Propiedad Social, sino que debe ir acompañada de un proceso de educación, de divulgación. En otras palabras, la formación de conciencia revolucionaria es un proceso conciente, que requiere un gran esfuerzo para sobreponerse a milenios de egoísmo.

En Venezuela estamos en el centro de esta batalla revolucionaria: los socialistas luchamos contra la Hummer y su simbología, luchamos por construir zonas de Propiedad Social de los medios de producción, luchamos por enlazar, por relacionar la Propiedad Social con la Conciencia Social.
Todo el esfuerzo ideológico, comunicacional y cultural de la Revolución debe estar al servicio de este objetivo.
¡Chávez es Socialismo!

¡Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!

¡A la Reforma, SÍ!

!Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

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