14.6.07

La calma reina en CARACAS

Ya los jóvenes manifestantes se replegaron a sus exámenes y vacaciones. La calma reina en Caracas. Es hora de un recuento que nos permita ajustar las fuerzas y enfrentar las nuevas ofensivas. Veamos.
El cese de la concesión a radio caracas, anunciado con meses de antelación, le sirvió a la oligarquía para prepararse y activar una embestida que tiene características novedosas.
Es un ataque planificado por agencias extranjeras especializadas en tareas desestabilizadoras. Consiguieron incorporar nuevos actores: a los jóvenes sifrinos de las universidades privadas y públicas. Además dotaron a sus movilizaciones de motivaciones estratégicas: la lucha por la libertad y contra Chávez.
En el lado bolivariano, el día del cese de la concesión nos agarró inexplicablemente desprevenidos, la movilización nuestra tuvo debilidades, padecimos la falta de centros de dirección y hubo indefinición ideológica en nuestras filas, lo que disminuyó la fuerza de nuestra respuesta.
No entendimos rápido que enfrentábamos una embestida planificada, muchos se comieron el cuento de que era una mera lucha por la libertad de expresión. Frente a las manifestaciones hubo vacilaciones conspicuas.
En el análisis de esta fase del enfrentamiento debemos ir a buscar las fallas y los aciertos nuestros, en las corrientes ideológicas que se mueven en la Revolución Bolivariana:
La corriente restauradora, que tiene mucha fuerza, consiguió imponer su conducta. De allí que la respuesta no se dio, fundamentalmente, desde el Socialismo, sino desde una especie de ficción democrática: “Venezuela ahora es de todos”, de ambigüedad, de vergüenza de ser Socialista. De esta manera despojamos a las filas bolivarianas de razones sagradas por las cuales luchar, de la grandeza de la batalla que libramos, de la emoción para el combate.
Esta respuesta timorata es hija de la ambigüedad en la economía, que propone una especie de “socialcapitalismo”, que es expresión de los que evitan ir al fundamento del Socialismo: Conciencia del Deber Social y Propiedad Social de los medios de producción, administrados por el Estado. En su lugar proponen cualquier disparate, cualquier improvisación, con tal de no hacer lo que hay que hacer, construir el Socialismo auténtico, sin excusas.
Ha llegado la calma y el último combate nos dejó enseñanzas que debemos aprovechar.
La enseñanza fundamental es la necesidad de fortalecer la Teoría Socialista, el Socialismo no puede entrar en combate sin precisión teórica. Es urgente precisar y fortalecer las bases materiales y espirituales del Socialismo. Es necesario evitar que el Socialismo del siglo veintiuno se convierta en refugio para la improvisación, la falta de rigor, y en una etiqueta que enmascare a la restauración.
De no hacer esta precisión teórica, lo que hoy aparece como un síntoma, mañana se hará una epidemia: el Socialismo perderá la emoción y se ahogará en un mar de confusión. Debemos entender que una Revolución será, como sea la teoría que la sustente, no puede ir más allá de las ideas que la muevan.
¡Chávez no se negocia!
¡El Socialismo no se negocia!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

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