29.3.07

13 TEÓRICO

La decisión en cuanto a la forma de propiedad hegemónica de los medios de producción, no es un asunto meramente económico. La decisión es política, y determinará el rumbo de la Revolución. No es cosa de juego o de caprichos teóricos.

La Revolución Bolivariana corre grave peligro, está siendo víctima de una arremetida más peligrosa que abril o el sabotaje petrolero, y amerita como respuesta un 13 teórico. Esta agresión pasa desapercibida y recluta adeptos en nuestras filas, sus propugnadores se mueven frescos y libres en nuestro campo, blandiendo sus agresiones disfrazadas de socialismo. Expliquemos.

En los últimos días presenciamos una embestida de desinformación y manipulación de las tendencias neocapitalistas, que intentan truncar la posibilidad Socialista de la Revolución Bolivariana. Plantean un capitalismo que viene envuelto en una retórica falsosocialista, que llega a la desfachatez de desnaturalizar el Manifiesto Comunista y poner a Marx y a Engels como paladines de la propiedad privada de los medios de producción. Plantean estos teóricos de pacotilla, que: “El Estado debe reservarse la propiedad de los medios de producción estratégicos, incluyendo a la energía, agua, gas, tierras (…) Aquel sector empresarial que acepte el desafió de renovar su vocación productiva para ponerla al servicio de la satisfacción de las necesidades reales de la población, entonces podrá contar con los incentivos del Estado, exoneración fiscal, transferencia de tecnología” …

Esto nos lleva directo a un capitalismo salvaje, por este camino terminaremos en un TLC igual al de Colombia. Veamos.

Primero, ¿qué es eso de vocación productiva de los empresarios capitalistas? Sólo palabrerío sin sentido y, además, pensar que pondrán su capitalismo al servicio de otra cosa que no sean sus ganancias, pensar que las pondrán al servicio de las necesidades reales de la población, no tiene otro nombre que engaño.

Segundo, creer que en un sistema híbrido el capitalismo respetará la línea, y que será confinado al corral que estos “ideólogos” le designen, es desconocer la voracidad insaciable de la fiera capitalista.

Tercero, las formaciones capitalistas, y más si son incentivadas por el Estado, crearán conciencia capitalista. O peor, reforzarán la conciencia egoísta que nos acompaña desde el inicio de la nacionalidad, y harán imposible la instauración de la conciencia socialista, esencia de la Revolución.

La hora es de alerta máxima, cuando estamos cerca de enrumbarnos definitivamente hacia el Socialismo aparecen estos extravíos que, sin dudas, conducen al Pueblo a la incertidumbre de la incoherencia, y en definitiva a la derrota de la Revolución.

No podemos darnos licencia para fracasar, tenemos una responsabilidad con este Pueblo, el Continente y la Humanidad, de demostrar que un mundo diferente al capitalismo es posible, que la especie tiene esperanzas. Tenemos el compromiso histórico de construir la referencia socialista, de acompañar al continente en la creación de un polo social.

¡Hagamos el Socialismo ahora, no hay excusas!

¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!

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