28.2.07

NO ESTÁ PERMITIDO OLVIDAR

Los pueblos, la humanidad, no pueden acostumbrarse a la ignominia, al oprobio, no pueden hacer de la lucha contra la injusticia una acomodación. Al contrario, como decía el Che, deben temblar de indignación frente a la injusticia.

Cuando la humanidad pierde su rebeldía frente a la infamia, comienza a recorrer caminos de tinieblas.

El imperio capitalista agrede a los pueblos del mundo, a la ecología, a la vida toda, y son los medios oligarcas los que nos dictan, nos imponen la pasión con que debemos conmovernos frente a esas agresiones:

Hoy nos importa Irak, pero ya olvidamos a Afganistán, nos preparamos para reaccionar frente a la posible invasión de Irán, pero olvidamos la agresión al Líbano. El atentado a las torres gemelas justificó la pérdida del derecho internacional, pero aún no sabemos los autores. Guantánamo existe, y sin embargo los gringos certifican los derechos humanos en el planeta. La prensa y los medios imponen la indignación y la complacencia, nos dictan el recuerdo y el olvido.

A la humanidad le quitan poco a poco la capacidad de sentir con el corazón, de ser humana.

Los revolucionarios, los Pueblos concientes del mundo, los gobiernos dignos, deben luchar contra esta tendencia, están en el deber de oponerse al camino que nos convierte en máquinas insensibles al servicio del consumo.

Hay un caso que es como una trompada en el rostro decoroso de la América y del mundo. Se trata de los cinco héroes cubanos que en las entrañas mismas del monstruo combatían al terrorismo. Recordemos sus nombres con respeto y admiración: Antonio Guerrero, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, René González, Fernando González. Unos muchachos que aceptaron la responsabilidad de luchar contra el terrorismo, no les importó sacrificios ni riesgos, se fueron con entusiasmo a las entrañas del monstruo y allí libraron batallas como si cinco ejércitos fueran.

Los capturaron y se convirtieron en pilares de dignidad. Están allí en las ergástulas atrapados por los laberintos hipócritas de las leyes del imperio que legalizó su secuestro. Los retienen por batallar contra el terrorismo, y al encarcelarlos develan la verdadera naturaleza del monstruo del norte: su condición de generador de la miseria y del terrorismo mundial.

La historia de estos cinco héroes no se puede olvidar, deben ser bandera por la dignidad humana, son héroes de la humanidad.

Es necesario indignarse frente a esta infamia, pronunciarse, no hay excusa para no hacerlo, para el silencio frente a la injusticia.

Nosotros proponemos que se les otorgue, en nombre del Pueblo de Venezuela, la Orden del Libertador a estos Cinco Héroes de la Humanidad, que será el símbolo de su adopción como hijos de Bolívar, y el reconocimiento de su causa como nuestra.

¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!

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