21.2.07

GASOLINA Y ACCIONES SOCIALES VOLUNTARIAS

El objetivo central del Socialismo es la construcción de una sociedad capaz de hacer actos voluntarios, concientes, que vayan en su beneficio, que faciliten la realización plena de sus miembros y la conquista de la mayor suma de felicidad posible. La capacidad de realizar estos actos mide el avance al Socialismo. Expliquemos.

En el acto social voluntario se enfrentan dos ideologías, dos maneras de ver el mundo:

Una, la sustentada en la conciencia egoísta, que se alimenta de la competencia, la guerra de todos contra todos, es la ideología capitalista, sostiene al capitalismo, lo justifica. En definitiva, conspira contra el acto social voluntario.

La otra, la cimentada en la conciencia social, el altruismo, la solidaridad, es la ideología socialista. Surge de las entrañas del Socialismo, se alimenta de la solidaridad económica, del consumo racional, de la búsqueda del bien social. La ideología socialista considera al acto social voluntario una prefiguración de la sociedad del futuro, en la que la vida dejará de ser una batalla de todos contra todos y se transformará en una armoniosa búsqueda del bien común. Así, el trabajo dejará de ser una coacción de la sobrevivencia y pasará a ser disfrute y realización plena del humano.

Con las acciones sociales voluntarias, la masa revolucionaria, el pueblo, aprende y demuestra su nivel de organización, que es lo mismo que decir, su nivel de maduración, el avance en la conquista de su condición de conductor y constructor de su destino, de su transformación de ente amorfo, en poder social, que es el verdadero poder popular.

Hoy en Venezuela, tenemos grandes oportunidades de avanzar en este camino. La Dirección de la Revolución ha diseñado cinco motores que nos servirán para el avance hacia el Socialismo. Todos, pero dos principalmente, se alimentan de las acciones sociales voluntarias: Moral y Luces, y Poder Popular, estos sólo podrán tener éxito si son “motorizados” por acciones sociales voluntarias.

El problema de la gasolina es ocasión inmejorable para alimentar estos dos motores. Veamos.

Lo primero es considerarlo un problema social, siendo así, la solución revolucionaria debe ser social.

Entonces, proponemos un ahorro social voluntario de 25% del consumo de gasolina. El ahorro de combustible beneficia a la sociedad económicamente, crea conciencia del valor del recurso, condena el despilfarro capitalista y, muy importante, al hacer acción social voluntaria, crea conciencia del deber social y del poder social. En esta tarea deben participar las organizaciones revolucionarias, las misiones, los consejos comunales, mesas, el partido único. Además, el gobierno, el Estado como administrador de la sociedad debe dar el ejemplo.

¡La sociedad debe proteger sus recursos, despilfarrar gasolina es un crimen!

¡Rodilla en tierra con Chávez y el Socialismo Auténtico!

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