21.8.06

MISCELÁNEAS 18

1. La humanidad vive una encrucijada donde le va la vida. El Comandante lo proclama con vehemencia: “superar al Capitalismo o la humanidad perece”. Es decir, o el mundo encuentra el camino al Socialismo o la humanidad perece. O en alguna parte se retoma el rumbo hacia el Socialismo o la humanidad perece. O algún pueblo emociona al resto del mundo, o la humanidad perece. O algún pueblo asombra al mundo, o la humanidad perece.

2. Estamos en un momento propicio para el ejemplo urgente, tenemos las condiciones para fracturar siglos de acomodo. No hay dudas, el destino de la humanidad, la ruptura ejemplar con el Capitalismo, está en nuestras manos. De lo que aquí hagamos depende el rumbo del planeta. Si tenemos éxito pasaremos a la historia como el pueblo que indicó el camino para la construcción de un mundo viable, feliz, posible. Pero si sólo aumentamos el Producto Interno Bruto, conseguimos bajar la tasa de desempleo, bajar los índices de desnutrición, aumentar el turismo, elevar la cosecha de maíz, hacer un Metro, construir puentes, etc., etc., habremos hecho un buen gobierno, quizá el mejor gobierno que ha tenido Venezuela, sin embargo, no habremos cumplido con nuestro deber, la humanidad seguirá su funesto camino hacia el ocaso, y los pueblos del mundo seguirán buscando en el cielo una estrella que los guíe. Y los revolucionarios seguirán discutiendo, abobados, la posibilidad de superar al Capitalismo o convivir con él.

3. Es sorprendente que unas ideas contrarrevolucionarias, como las del libro: “Hugo Chávez y el Socialismo del siglo XXI” de Heinz Dieterich, hayan conseguido tanta difusión en el campo de la Revolución Bolivariana. Revolucionarios difundiendo ideas restauradoras… son cosas del trópico.

4. Construir un nuevo sistema, hacer una Revolución, tiene sus leyes. No se trata de una receta de cocina que podemos hacer con un poco más o menos de azúcar, una pizca de canela, y algunos otros ingredientes al gusto. No es un capricho, fundar una nueva sociedad tiene leyes. Lo primero que hay que dejar claro es que el problema de la propiedad es importantísimo.

5. En una sociedad las relaciones humanas están determinadas, en última instancia, por las relaciones económicas. Es decir, quien sea el propietario de los medios de producción impondrá al resto de la sociedad su ética y su cultura o, dicho en otras palabras, la propiedad hegemónica determinará la cultura hegemónica.

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