17.7.06

INTEGRACIÓN Y REVOLUCIÓN

Luís Brito, en su artículo del domingo en Últimas Noticias, plantea un tema importantísimo para la Revolución Bolivariana: el tema de la Integración y la Revolución. Este artículo, junto a la columna “Anfictiónica” que aparece en Vea, abren un debate muy necesario en la Revolución Bolivariana, se trata de cómo debe ser la integración económica, social, política y hasta militar de países con sistemas políticos y sociales diversos. Los artículos nos llaman a la reflexión. Veamos.
Luís Brito nos dice claramente que nos estamos integrando (y resalta el caso del Brasil) con países cuyas economías están en manos del Capitalismo nacional y trasnacional.
Por su parte, la extraordinaria columna Anfictiónica, especializada en análisis internacional, nos ofrece algunas ideas para la reflexión: “la batalla es esencialmente política e ideológica, por momentos adquiere ribetes electorales (…) Es vital y universal a toda Revolución la necesidad de un pueblo consciente de su rol histórico (…) Revolución y Bolivarianismo hoy, son el pueblo organizado, consciente y movilizado en pos de sus objetivos estratégicos de justicia social, integración y solidaridad.”
Nosotros coincidimos con los planteamientos de los dos columnistas, y añadimos que el punto central del asunto está en diferenciar muy bien la integración estratégica de la integración táctica. Y su diferenciación va a depender del sistema que estemos desarrollando en lo nacional. Expliquemos.
Si el sistema que desarrollamos es socialista, entonces nuestras alianzas estratégicas son las del ALBA. En este caso, Bolivia y Cuba forman, junto a nosotros, los cimientos estratégicos del bloque integrador. Si por el contrario, desarrollamos Capitalismo, empresarios privados, entonces las alianzas con los capitalistas del resto del continente tendrán carácter estratégico, serán, tal cómo lo dijo Lula en el Teresa Carreño, “territorios para que nuestros empresarios hagan negocios”. Y las dinámicas integracionistas tendrán otras características, las de las pugnas propias de las relaciones capitalistas.
Ahora bien, si escogemos el camino del Capitalismo, si nos olvidamos del ALBA, si pensamos que la calidad de las alianzas depende de la buena voluntad de los aliados, y no de los intereses que estos aliados defiendan, nos despertaremos un día rodeados de ALCA por todos lados, y no tendremos más camino que pasar el camello por el ojo de esa aguja. Nos convenceremos de que en el mundo capitalista no hay opciones intermedias, el ritmo, las condiciones, las impone el Capitalismo más desarrollado, es decir, el destino de los países capitalistas del continente será ir hacia el ALCA, uno a uno irán cayendo en ese saco.
Nosotros debemos tener cuidado para que en el forcejeo de los oligarcas, no se nos use sólo como una suerte de chantaje a los gringos: “si no me das mejores condiciones, allí está Hugo Chávez, entonces coqueteo con él.
Solo un Socialismo robusto nos permitirá movernos con éxito en el proceloso mar de la integración.
¡Sólo el Socialismo salva al pueblo!
¡Chávez es Socialismo!

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