26.2.10

LAS MALVINAS SON NUESTRAS

En la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe celebrada en Cancún recientemente, sucedieron muchas cosas importantes, y otras no tan importantes, pero si estridentes. Veamos.
Primero, la denuncia de Cristina Kirchner, la Presidenta de Argentina sobre la violación de Inglaterra de los acuerdos que rigen la disputa que esos dos países tienen alrededor de la soberanía de las Islas Malvinas. Inglaterra, o mejor, el capitalismo inglés a través de una compañía privada instala una plataforma de perforación en ese territorio.
La Cumbre repudió el hecho en términos más bien fríos:
“insta a las dos partes a que se abstengan de adoptar decisiones que entrañen la introducción de modificaciones unilaterales en la situación mientras las islas estén atravesando por el proceso recomendado por la Asamblea General de las Naciones Unidas.”
Ahora bien, lo verdaderamente importante fue el discurso de Cristina, ella dice que la disputa es por petróleo y esa disputa por recursos energéticos será el signo de las luchas del siglo XXI.
Esa es la campanada de alerta que debemos oír los venezolanos: toda nuestra vida, nuestras luchas en este siglo que comienza, estarán signadas por la intención voraz del imperio de apropiarse de nuestros recursos energéticos, de la faja del Orinoco, de la plataforma gasífera, de Guayana.
El imperio es capaz de todo para conseguir energía, la necesita con la intensidad de un adicto. Ya vemos que en la Argentina viola cualquier ley, cualquier mandato de las Naciones Unidas, lo mismo hace en Irak, y lo mismo hará con nosotros a menos que lo detengamos, de la única manera que eso es posible: presentándole un pueblo unido, leal a sus dirigentes, dispuesto a que la aventura les salga muy cara, que la relación costos- beneficios no les sea favorable, ese es el único lenguaje que entiende el monstruo insaciable.
El segundo hecho importante, fue la declaración de rechazo del bloqueo a Cuba. La resolución fue enérgica, dice:
“Las Jefas y los Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe reunidos en la Cumbre de la Unidad, expresamos nuestro más enérgico rechazo a las medidas económicas coercitivas y unilaterales aplicadas por motivos políticos contra países soberanos, que afectan el bienestar de sus pueblos y están concebidas para impedirles que ejerzan su derecho a decidir, por su propia voluntad, sus propios sistemas políticos, económicos y sociales”.
Pero inmediatamente reconoce la inutilidad de los llamados y concluye:
“En consecuencia, reclamamos al Gobierno de los Estados Unidos de América que, en cumplimiento de las sucesivas resoluciones aprobadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas, ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene contra Cuba, que es contrario al Derecho Internacional, causa daños cuantiosos e injustificables al bienestar del pueblo cubano y afecta la paz y la convivencia entre las naciones americanas.”
Está claro, que el imperio no se detiene con resoluciones. Es la hora de la Unidad de los pueblos, y de la lucha.
¡Chávez es Socialismo!

25.2.10

EL PACTO DE: “SE ESTÁ O NO SE ESTÁ”

Vivimos horas definitivas, el imperio decretó ofensiva final. Obama, que fue esperanza de un cambio en la conducta gringa, resultó un chasco. Ya no hay lugar para ilusiones, vienen días de pelea. Demostraremos hasta dónde forma parte de nuestra alma la arcilla de nuestros libertadores, veremos cuánto la renta petrolera consiguió horadar nuestras fuerzas morales.
El enemigo oligarca lanza una ofensiva que abarca varios frentes, desde el electoral, hasta la más infame manipulación mediática, no tienen el menor escrúpulo en mentir, inventar infamias, su objetivo es amedrentar, ahuyentar a los débiles. Preparan golpes y magnicidios.
Es así, vivimos días definitivos, no hay lugar para remilgos, para melindres, para lo subalterno. Es hora de grandeza, de buscar en el fondo de nosotros mismos los sentimientos y valores que hicieron posible El Paso de Los Andes, La Batalla de Santa Inés.
El país hoy, está sometido a un bombardeo inclemente de mentiras y manipulaciones que han conseguido en gran medida desdibujar la diferencia entre nosotros y ellos, o mejor, colocar la diferencia como un asunto de grados. Para esto se valen de sus medios de difusión, y debemos decirlo, también se apoyan en nuestras debilidades teóricas.
Ahora que vamos a unas elecciones parlamentarias, es necesario diferenciarnos en la práctica, este es un asunto vital, de él depende en gran medida el resultado de esas elecciones. Si nos comportamos dentro de la misma lógica, si dejamos que se construya la imagen de que es lo mismo votar por uno de los nuestros, que por un escuálido, que las consecuencias serán menores, que en realidad no hay diferencia. Entonces, no es esperable un buen resultado.
¡Debemos diferenciarnos! Es vital. La pregunta es ¿Cómo hacerlo?
Debemos demostrar que estamos tallados con otra moral, que nos guía otra ética. Que el espíritu del 4 de febrero, de abril, de diciembre está con nosotros y aumenta cada día. Sólo así nos diferenciaremos de los oligarcas oportunistas y peseteros.
Es necesario que los postulados y candidatos firmen un pacto que señale una visión distinta del parlamento. Veamos algunos de los puntos que ese pacto podría contener.
Una renuncia al curul, sin fecha y firmada, puesta en las manos del Comandante.
Una donación del sueldo a las Misiones Sociales. La manutención de los parlamentarios bolivarianos que no tengan medios propios, será garantizada por el Partido. El oficio parlamentario no debe ser un medio de manutención.
Las reuniones del parlamento se reducirán al mínimo, una o dos veces por mes, el resto del tiempo el parlamentario se instalará en su circuito, en oficina en las casas del partido.
Renuncia a las secretarias, guarda espaldas y demás prebendas del cargo.
Sólo así, nos diferenciaremos, el pueblo bolivariano percibirá que sus líderes son diferentes y tienen metas diferentes.
Sólo así sabremos quién está y quién no está con la Revolución , con el Comandante. Y quiénes tienen otros intereses.
¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!

24.2.10

EL GOBERNADOR

El gobernador, tal como se esperaba, se desliza hacia el otro lado de la talanquera, son muchos los comentarios, y también las evasivas. Unos opinan, y otros esperan que las aguas se aquieten.
El punto es de mucha importancia para los revolucionarios y debe ser discutido con rigor. El debate debemos situarlo en lo profundo, en la raíz, en las causas originarias, es allí donde la gente aprende y puede ajustar su brújula.
La actitud del gobernador, obedece a una ideología, se trata de la pequeña burguesía, que ya agotada no quiere avanzar al Socialismo. Pero, tampoco quiere ir al capitalismo. Esa ambigüedad que es muy propia de su posición social, recordemos que se encuentra a medio camino entre el proletariado y la burguesía, esa ambigüedad que, repetimos, le es propia, los obliga a inventar teorías para desligarse del Socialismo, pero conservar un halo de revolución.
Es allí que debemos colocar la teoría con la que el gobernador justifica su deslizamiento, la que expone en su carta dirigida al Comandante.
La deserción del gobernador y su acogida por otra tolda política, además de las consideraciones de decencia que se podrían hacer, debemos colocarla en un reagrupamiento de las fuerzas antisocialistas dentro de la Revolución. No es un simple cambio de equipo es una jugada política contra la Revolución y el Comandante.
Esos movimientos tienen la intención de fortalecer el polo reformista, para desde allí, y de mil maneras, sabotear la marcha al Socialismo, pero eso sí, no ponerse en la acera de enfrente sino en el último momento, repetir la historia de Ismael, de los diputados renegados.
Los revolucionarios, la revolución, deben aprender de esta experiencia, tomar medidas.
Alertar a la masa bolivariana, explicarles que vendrán muchos combates de todo tipo, que debemos estar alertas frente a las argucias del enemigo que en esta etapa se disfraza de mil maneras. El Socialismo está en una encrucijada, las corrientes se reagrupan.
Es necesario elevar el nivel ideológico de la base bolivariana para elevar la comprensión de los requiebros que necesariamente vendrán, debemos aprender a ver los móviles de los móviles, superar el chisme, lo superficial en el análisis.
Ahora la identificación del enemigo oligarca amerita estudio: ya no es simplemente carmona, o zuluoaga, o ravell, borges, ledezma, todos fácilmente identificables. Ahora se trata de un enemigo ideológico, ladino, disfrazado, infiltrado. Recordemos a rosendo, baduel, ismael, tascón, miquelena.
La Revolución debe profundizar los cambios, es necesario afinar la escogencia de los dirigentes, entender la responsabilidad que esto implica. Una buena ocasión para empezar los cambios son las elecciones parlamentarias que se avecinan.
Es hora de grandeza, la Revolución está bajo asedio. El Comandante puso su fe en la base, no podemos dejar que abusen de nuestra credulidad. En la escogencia de candidatos debemos demostrar nuestro apego a la causa revolucionaria, no se justifica lesionar a la Revolución , a Chávez, por un curul.
Es necesario firmar un pacto revolucionario que impida se desaten las pasiones mezquinas.
¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!

23.2.10

VENEZUELA Y CUBA: ESTRELLAS DE UN SOLO CORAZÓN

Cuba no es una sociedad cualquiera, se trata de la vanguardia del Socialismo mundial, o más preciso, se trata del último baluarte de la esperanza de la sobrevivencia de la humanidad. Si la humanidad consigue superar la profunda crisis en que está sumergida, sin dudas esa superación tendrá su arranque en el ejemplo que es Cuba, en la teoría que allí se perfiló. La salvación de la humanidad pasa necesariamente por Cuba.
No es extraño, entonces, que Cuba sea solidaria con Venezuela, con la Revolución, siempre lo ha sido. Y no es extraño que el Gobierno Revolucionario estreche corazones con Cuba. Nosotros buscamos el futuro, el Hombre Nuevo, y teníamos que fijarnos en ella. La sociedad del amor encontró su santuario en Cuba, y de allí debemos aprender.
Es comprensible que el imperio decrete considerar a Cuba y a Venezuela un solo objetivo a destruir. No es raro que sus agentes nacionales cambien la actitud frente a Cuba, ya no hablan de la permanencia de las misiones en un hipotético gobierno de ellos, ahora califican de fuerza invasora a los hermanos internacionalistas cubanos. Este cambio tiene una sola lectura: ya decidieron la vía violenta para salir de Chávez, y la preparan. Si los cubanos son “fuerza invasora”, toda agresión contra ellos tiene justificación.
No hay dudas, la política del imperio en este continente la dictan los posada carriles. Obama es un halcón negro.
¿Qué debemos hacer los revolucionarios?
Lo primero es estrechar los lazos de hermandad que, desde antes mismo de existir como naciones, unen la tierra de Maceo, Martí, con la tierra de José Leonardo Chirinos, Bolívar. Recordemos que Maceo era hijo de Venezolanos, que los “Rayos y Soles” de Bolívar, acicatearon las luchas más nobles de la Isla, y que sangre cubana regó nuestras luchas más altruistas del siglo pasado. Será eterno el retumbar en las playas y montañas nuestras, del glorioso nombre de Antonio Briones Montoto, ejemplo de entrega internacionalista, de humanismo desinteresado, y será eterno el recuerdo de Gustavo y Eduardo Machado, fundadores del partido raíz de las mejores causas cubanas.
Los pueblos de Cuba y Venezuela, ahora empeñados en la misma causa Socialista, siempre han combatido juntos en las luchas de los justos.
La hermandad con Cuba es sagrada para los revolucionarios venezolanos. Ayer fuimos solidarios con los barbudos de la Sierra Maestra, hoy seremos fieles al mandato martiano de “amor con amor se paga”.
Los cubanos tienen nuestro respaldo incondicional, como son los respaldos entre revolucionarios. Si los escuálidos tocan a un cubano, estarán tocando la fibra más noble del corazón de la patria de Bolívar, que nos enseñó que “la patria es la América ”… Y habrá respuesta.
Permítanos el poeta que nos apropiemos de su verso, para gritar: ¡Cuba y Venezuela, de un pájaro las dos alas!
La bandera del rubí, cinco franjas y una estrella, siempre estará entrelazada con el tricolor de las ocho estrellas.
¡Chávez es Socialismo!
¡Vivan los cubanos internacionalistas!

22.2.10

LOS CAMINOS DE LA TRANSICIÓN: SOCIALISMO O FASCISMO

La transición no es un proceso neutro, un tiempo apacible, al contrario, es un período de alta e importante turbulencia: allí se enfrenta la restauración en sus variadas formas contra la opción socialista. Los peligros se elevan al máximo.
En esta transición nuestra, las opciones son sólo dos: se avanza al Socialismo, o viene el fascismo necesario para estabilizar las formas capitalistas.
Se percibe que la transición es un período de combate, no es una autopista hacia el Socialismo, los errores, los extravíos, en esta etapa se pagarán caros.
La pregunta que surge es: ¿Cómo hacer para que el Socialismo triunfe en la batalla de la transición?
Lo primero es proteger la conexión del líder con el pueblo, y entender que sin Chávez no hay Revolución posible.
Lo segundo es consolidar un núcleo teórico, delinear los rasgos del Socialismo, sólo así podremos evaluar las acciones que tomemos en la transición, saber a quién beneficiamos, corregir, ajustar. Veamos.
El Socialismo tiene como objetivo central, como esencia, rescatar el sentido de sociedad que se ha perdido con el capitalismo fragmentador. Dicho en otras palabras, elevar la Conciencia del Deber Social.
Esta es la lucha principal, contra ese objetivo enfilan sus fuerzas capitalistas y reformistas. A nada temen más que a un pueblo que supera la fragmentación y adquiere conciencia de humanidad, de sociedad, porque un pueblo así será invencible.
Es por eso que capitalistas y reformistas estimulan el egoísmo, las salidas individuales, la desintegración.
Ahora bien, la conciencia, en última instancia, se entrelaza, se consolida en las condiciones materiales. Entonces, no es posible la conciencia socialista, rescatar el sentido de pertenencia a la sociedad, sin dar al trabajo su sentido social.
Si se trabaja para una fracción de la sociedad, sea ésta un Zuloaga, un Cudemus, un Pérez Abad, un Uzcátegui, una compañía grande, o un “emprendedor” que montó un tarantín bajo el paraguas del Estado, el trabajo será nosocial y estimulará la conciencia egoísta, será soporte del capitalismo. No hay forma de evitarlo.
Sólo el trabajo cuyo producto sea propiedad de toda la sociedad será soporte de los cambios materiales y espirituales socialistas.
En la transición el Socialismo está en feroz lucha contra las formas no socialistas, principalmente las internas del proceso, éstas son las más peligrosas, han derrumbado revoluciones. Recordemos la experiencia Soviética, China, y recordemos las palabras de Fidel en la Universidad de La Habana alertando sobre el peligro interno.
En el caso nuestro, estudiando diversos factores, la fuerza internacional del ejemplo de Chávez, el odio de la experiencia de abril, el aprendizaje del pueblo que cada día conoce más su fuerza, podremos concluir que aplicarán aquí la política de choque que sufrió Chile, Allende. Por tanto, si el Socialismo se debilita, se debilita también el liderazgo de Chávez, y seguro vendrá el fascismo como “transición” a la democracia burguesa de una Bachelet o un Piñera.
¡Chávez siempre!

21.2.10

EL TRIBUNAL DE LA NATURALEZA, JUZGA A UN ASESINO EN SERIE

Si existiera un tribunal de la naturaleza, la primera convocada al banquillo de los acusados sería La Humanidad. Las acusaciones serían terribles, los acusadores serían el resto de la vida en el planeta. Estaríamos en un verdadero problema.
Es posible que ese tribunal exista, la vida a sus diferentes niveles tiene mecanismos de seguridad: el cuerpo de un animal tiene mecanismos para rechazar una espina en un pie, o para combatir los virus de la gripe. Entonces, qué de raro tendría que la naturaleza, la vida planetaria en general tenga sus mecanismos para salir de especies asesinas.
Nosotros creemos que ese tribunal existe y ya nos está juzgando, quizá ya nos juzgó, y dictó la pena, quizá el desequilibrio climático que nos acosa es ya ese veredicto.
¿Qué puede decir la especie en su descargo, cómo puede defenderse, quién está llamado a ser su abogado defensor?
La especie, La Humanidad tiene que defenderse a sí misma. Y rápido, la condena está corriendo, ya no queda tiempo.
¿Quién puede ocupar el estrado de defensa de La Humanidad, quien tiene las credenciales para abogar por ella?
Debe ser alguien que tenga una propuesta de readaptación a la armonía con el ambiente, que detenga el asesinato de la naturaleza. La sentencia sólo se puede detener en la práctica, resarciendo el daño. ¿Quién está libre de pecados?
Sólo se encuentran esperanzas y promesas, todos nos comportamos como si la vida transcurriese de manera plácida, como si aún habitáramos el Edén.
Lo más lejos que llegan los mejores, los más sensatos, es a denunciar el crimen, a darse golpes de pecho, las medidas son nulas. Seguimos contaminando, desapareciendo bosques, contaminando mares, desapareciendo glaciares, y extinguiendo especies animales y vegetales.
El clima desbocado produce sequías y simultáneamente inundaciones, nieva en verano. Terremotos, huracanes. La sentencia de la naturaleza continúa, espera una señal de la Humanidad.
Nosotros podemos, estamos llamados a ser esa respuesta, debemos demostrar, en la práctica, que formamos parte del lado sano de la Humanidad, que tenemos condiciones para cambiar, para ser ejemplo.
Es importante que salgamos del pantano inmediatista, que no nos perdamos en la lógica que hunde a la especie. Si no cambiamos nuestra manera de vivir, de consumir, de relacionarnos entre nosotros, y con la naturaleza, entonces, la sentencia se hará irrevocable, y ya nada importará.
Ese es el reto, todos debemos tomarlo en cuenta, y es triste pero debemos decirlo, reconocerlo, hasta ahora estamos lejos de la altura requerida por las circunstancias mundiales. Como sociedad somos incapaces del menor sacrificio, no hemos conseguido ni siquiera racionalizar el consumo de nada, ni de gasolina, ni de electricidad.
La lógica perversa de elecciones que exigen contentamientos inmediatos, nos atrapa, nos impide exigir a la sociedad, ésta se comporta como un niño malcriado que si no se complace en todo, al menor disgusto se tira al suelo a patalear.
Romper esa lógica es el reto. En eso nos va la vida.
¡Chávez es Socialismo!

20.2.10

TENSIONES Y ELECCIONES

La sociedad venezolana contiene fuertes tensiones, la lucha de clases es feroz, y se agudiza cada día más. Aquí confluyen intereses irreconciliables en pugna por la hegemonía. El presagio es de violencia.
Sobre la nación se ciernen nubarrones de fascismo, las señales son claras, en amplios sectores se agrava el sentimiento de muerte, de odio, el desprecio a los humildes aflora con fuerza inusitada. Las bases gringas que nos rodean, los susurros a los militares, las amenazas de genocidios, las manos blancas y los corazones podridos, todos convergen en el objetivo de salir del chavismo, aun a costa de causar el máximo dolor a todo el país, siguen el ejemplo de pinochet, o de Irak, son capaces de cualquier crimen.
Por otro lado, dentro de la revolución, opciones capitalistas conviven con la opción socialista. No hay lugar a dudas, en Venezuela está naciendo un nuevo mundo, se liberan fuerzas de redención, y cuando esto ocurre, todas las fuerzas de la oscuridad se confabulan contra la esperanza.
En ese ambiente nos enfrentaremos a las elecciones de septiembre.
Sea cual sea el resultado, las elecciones parlamentarias no resolverán las contradicciones. Las elecciones sólo evidencian la calidad de la pugna, el desenlace se dará, necesariamente en otro terreno.
Sería un error de los revolucionarios no prepararse para la gran guerra por el nacimiento del mundo del amor, y no entender que la batalla electoral es sólo una parte de esa gran guerra.
Si sólo trabajamos para ganar las elecciones, estaremos perdiendo de vista el gran objetivo estratégico. Si ganamos con métodos mellados, y no nos preparamos para el día después, entraremos en la etapa de desenlace con debilidad y seremos presa fácil de la restauración.
¿Qué deben hacer los revolucionarios?
Es necesario ganar las elecciones y, simultáneamente, salir fortalecidos, más concientes, informados, organizados, movilizados.
El desenlace que se avecina se decidirá en la esfera ideológica, allí con urgencia debemos hacer énfasis, explicar, sin complejos, las bondades del Socialismo, enfrentar los ataques del oligarca que deforma la idea socialista. Nuestros medios deben estar al servicio de este combate. Son momentos para retomar la formación de cuadros.
En el campo cultural debe ser constante el enfrentamiento. Estamos sometidos a un bombardeo tenaz de exaltación a los valores que sustentan al capitalismo. Nosotros debemos por todos los medios impulsar los valores de fraternidad, amor, solidaridad, entrega a las causas altruistas, repudio a la injusticia, que son soporte del Socialismo, de su cultura.
Pero sobre todo es importante la práctica socialista, nada educa más a un pueblo, nada lo hace más conciente que la práctica. Por eso es fundamental la fundación de las Zonas Socialistas, que allí el pueblo humilde vea, sienta el Socialismo. Que la clase trabajadora funde con su trabajo, con la relación armoniosa, el nuevo mundo. La Zona Socialista, con su ejemplo será una formidable escuela, manantial de entusiasmo, brújula del Socialismo, para el resto de la sociedad.
¡Chávez es Socialismo!
¡Ganar las elecciones, preparándonos para el Socialismo!

19.2.10

¡PUEBLO!

Podríamos parafrasear el pensamiento de Garudy y decir: ¡Pueblo, cuántas barbaridades se han dicho en tu nombre!
No es algo trivial, los antisocialistas han hecho un juego perverso con el concepto “Pueblo”. Lo deforman, lo manipulan para confundir la lucha revolucionaria. Ya sabemos el inmenso daño que las debilidades teóricas causan a una Revolución. Precisemos.
Los antisocialistas han manipulado el concepto Pueblo con dos fines principales:
Uno, evitar colocar la lucha de clases en el centro de la disputa social. De esta manera sustituyen la ideología proletaria, la revolucionaria, por una suerte de vaporosa imprecisión de ideas, contestatarias, volubles, de apariencia rebeldes, pero que no conducen a la superación del Capitalismo, al contrario, lo protegen, le sirven de válvula de seguridad frente a los verdaderos cambios.
Dos, se manipula el concepto pueblo para evitar que las masas se doten de una poderosa dirección. Saben que una masa desprovista de ideología de clases, de dirección y de organización, es una masa amorfa, inofensiva, capaz de motines, pero nunca pondrá en peligro al sistema capitalista, es incapaz de construcciones estratégicas.
Esta propuesta de divorcio entre dirección y masa, que tiene una raíz anarcoide, es expresión de la pequeña burguesía en afanes revolucionarios. De esa manera se tranquilizan: encontraron la forma de combinar un discurso revolucionario, con una acción que no conduce a cambios, aparentar ser revolucionarios, cuando en realidad castran a las revoluciones.
Pueblo debe considerarse a las clases sociales explotadas, susceptibles de formar un bloque para la liberación. Dirigido por la ideología proletaria.
Un pueblo así, que procura zafarse de la dominación burguesa, crea sus formas organizativas para esa liberación: una vanguardia que agrupa a los que perciben a la dominación y entienden la necesidad de una revolución que la supere. Por eso se organiza en partido que disputa la hegemonía de la sociedad a la burguesía. Entiende la necesidad de una dirección. Y, una vez en el poder, proponen un Estado con la característica de ser poderoso y a la vez en proceso de extinción.
Es así: el pueblo crea, pare, a su dirección, a su vanguardia, a su líder, y los integra. Ahora son uno solo, deja de ser una masa amorfa, que reacciona espasmódicamente. Tiene una estrategia política. El pueblo organizado, con su Estado Mayor Político y su líder, es una formidable fuerza de cambio, la única que puede hacer Revolución.
Los revolucionarios tienen como principal prioridad dotar al pueblo de sus mecanismos de empoderamiento verdadero: un Partido, una Dirección, un Líder que, fundidos con la ideología proletaria, le permitan participar en la dirección de su localidad, y también en las decisiones políticas nacionales. Sólo así se podrán concretar los grandes cambios que nos lleven al Socialismo, y sólo así ese pueblo podrá hacer frente a los ataques de los enemigos internos y externos.
Privar al pueblo de sus comandos es una torpeza criminal, no hay justificación para esta acción, no hay argumentos valederos.
¡Pueblo conciente, hecho Partido, Dirección y Líder es Socialismo!

18.2.10

LAS VACACIONES

Una gran ventaja del Socialismo es conseguir sumar en un solo impulso las fuerzas individuales, acordar a la sociedad en un solo propósito. Se desata así una energía desconocida por la humanidad hasta ese momento, ningún otro sistema puede liberar esa fuerza, ni siquiera se lo propone.
El Socialismo se realiza cuando la sociedad toma cuenta de su dirección, de su destino, planifica su esfuerzo y dirige su voluntad hacia objetivos comunes.
El consumo y la producción son planificados conscientemente, se combaten de esta manera el despilfarro individual y el despilfarro social, y la anarquía en la producción y en el consumo.
Entonces, el reto fundamental del Socialismo es transformar la sociedad capitalista, individualista, egoísta, despilfarradora, sin concierto ninguno, anárquica en el consumo, irresponsable en la producción, en una sociedad Socialista, es decir, racional, cuerda, conciente de su responsabilidad con la humanidad, con el planeta, consigo misma y con sus hijos.
Este reto es particularmente importante para la Revolución Bolivariana. Veamos.
Nosotros, la sociedad venezolana, y hay que decirlo con valentía, fuimos acostumbrados a una conducta injusta, inicua, que nos hizo fácil presa del despojo imperial. Nos daban migajas, nos prometían estrellas, nos manipulaban el alma, nos sembraron una conducta de nuevo rico, nos deformaron la visión del mundo.
De esta manera ellos se llevaban la riqueza y a nuestra sociedad le dejaban los mismos espejitos con los que engañaron a los indígenas. No había oposición, estábamos embriagados de consumo, unos consumían y otros pugnaban por consumir… bisuterías.
Ahora tenemos el reto de convertirnos en una sociedad viable, ejemplo para el mundo de una nueva manera de vivir, de relacionarse los humanos entre sí y con su entorno. Este reto no es un capricho, se trata de la sobrevivencia de la especie, si la humanidad no cambia la manera de vivir capitalista, le espera, sin lugar a dudas, la extinción. Ya sabemos que el planeta bajo la tutela capitalista va camino al infierno.
En esta vía que se propone la Revolución Bolivariana, que nos proponemos los venezolanos, el primer paso es darnos cuenta de cómo somos, hacernos concientes de nosotros mismos, vernos en un espejo.
Estudiemos un poco nuestro comportamiento en las vacaciones:
Nos dicen las autoridades que en los pocos días de vacaciones de Carnaval se estiman en 15 millones de personas las desplazadas hacia los puntos turísticos, y los miles que se activan para cuidarlos. Todo este éxodo de vacaciones significa un gasto enorme para la sociedad. Calculemos cuántos litros de gasolina se despilfarran en las colas, cuánto se desgata el parque automotor, cuantas horas se deja de trabajar, etc.
Si fuese una vez al año merecería un estudio, ahora, si esto se repite varias veces en el año, el estudio toma características de dramática emergencia.
Hoy proponemos el problema sólo para la reflexión. Cuando nosotros como sociedad racionalicemos el ocio despilfarrador, lo transformemos en ocio creador, ese día podemos decir que esta sociedad está caminando decidida hacia su redención, se está desintoxicando.
¡La planificación es Socialismo!
¡Chávez es Socialismo!

17.2.10

¿ES CHÁVEZ MARXISTA?

Chávez se declaró marxista, y eso fue suficiente para alborotar a renegados, filosofastros y derechistas: Teodoro se tiró al suelo y despotricó contra el libro El Capital, él que ahora es servil del otro capital, el que asesina al mundo.
Otros desempolvaron aquello de que Marx no era marxista, y algunos filosofastros exclamaron ¡con mi marxismo no te metas! Y calificaron a Chávez de “Socialista Burocrático”, “Despótico”, “Totalitario” y “Stalinista”. Hasta Consalvi opinó, se burló y confesó su frustración en el intento de ser marxista.
Los renegados, escuálidos y filosofastros colocan interesadamente la discusión alrededor de preguntas inútiles: ¿Cómo saber si una persona es marxista, qué significa ser marxista? Así, distraen la discusión importante.
Evitan las preguntas que ayudan a avanzar, por ejemplo: ¿Cómo saber si una persona es Revolucionaria? ¿Se puede ser revolucionario sin ser marxista, y marxista sin ser bolivariano, martiano, y bolivariano sin ser Cristiano?
Estas preguntas colocan la discusión en su justo lugar, en lo que importa. Veamos.
Revolucionario es un líder que se ubica en el río de la historia, de los que han luchado por las transformaciones radicales y necesarias para alcanzar en la humanidad “la mayor suma de felicidad posible”.
Río que comienza con Cristo y su “amaos los unos a los otros”, y al que pertenecen millones de mártires y héroes, que con su conducta y pensamiento han dado sentido, justificado la existencia de la humanidad.
Entonces, la pregunta que debemos hacernos es ¿Chávez es un líder Revolucionario?
La respuesta es un afirmativo inmenso: no sólo es revolucionario, sino que es uno de los más importantes revolucionarios de toda la historia de Venezuela y del Continente.
Decimos esto no llevados por el sentimiento, lo que sería válido, lo decimos también porque así lo autoriza la historia. Veamos.
Nadie antes consiguió llevar la idea y la práctica de la transformación radical de la sociedad tan lejos como Chávez. Nadie consiguió difundir a tan altos niveles la discusión sobre el Socialismo. Nadie colocó al pueblo en el camino de la construcción de otro mundo. Nadie nunca desarrolló una política internacional que modificara radicalmente las relaciones entre los pueblos, sustituyendo la relación mezquina comercial, por la relación fraterna de las naciones. En resumen, nadie cumplió a tan elevados niveles el precepto marxista de: “transformar al mundo, más que contemplarlo”.
Es así que a pesar del asco de renegados, escuálidos y filosofastros, este pueblo tiene a un líder de los que aparecen cada cien años, tiene una idea, el Socialismo, que es el resumen de lo mejor que ha producido la humanidad en milenios de búsqueda del reino de la libertad, tiene los recursos espirituales y materiales para construir el ejemplo.
Por tanto, este pueblo tiene la responsabilidad de avanzar hacia la construcción del Socialismo, tenemos el reto de ser ejemplo, no hay excusa para no hacerlo, es vital para la sobrevivencia de la humanidad que lo hagamos.
¡Chávez es Cristiano, Bolivariano, Marxista y Fidelista, porque es Revolucionario!
¡Marx no era marxista, pero hoy sería Chavista!

14.2.10

EL ENIGMA DE LA VOLUNTAD

En política existen muchos enigmas, y muchas ficciones que pretenden darles respuestas. Uno de estos es la manifestación de la voluntad de una sociedad.
Uno de los fundamentos de la política es descifrar esos enigmas, y de la manera que lo hagamos nos ubicará en una determinada posición ideológica.
Exploremos el enigma de la manifestación de la voluntad en una sociedad. El asunto es complejo, tiene múltiples interrogantes. Veamos.
¿Es la voluntad de una sociedad un hecho libre, espontáneo, voluntario de sus miembros, o por el contrario obedece a los intereses de una fracción de la sociedad que coloniza la mente del resto y la manipula? Intentemos respuesta.
Toda sociedad de clases es una situación de dominación, donde la clase dominante, hegemónica en lo económico, lo es también en lo espiritual, influye al resto de la sociedad para que sea parte fundamental en la justificación del sistema que la domina.
Así, la manifestación de la voluntad de la sociedad es en realidad la manifestación de la voluntad de las clases dominantes. Toda la cultura dominante, la religión, la educación, el arte, está al servicio de esa transferencia de voluntad.
Esto explica que sociedades enteras elijan, una y otra vez, a sus verdugos, se explica que pinochet regrese a Chile encarnado en uno de sus secuaces.
Las clases dominantes necesitan institucionalizar esa voluntad perversa, dar la sensación de legalidad. Por eso hicieron de las elecciones un fetiche, una ficción.
Para ellos es fácil manejarlas, son su válvula de seguridad. A una opción minoritaria la pueden presentar como manifestación de la voluntad popular, y si todo falla, dan un golpe. Honduras es un ejemplo entre miles.
Las elecciones oligarcas se han convertido en el mundo capitalista en el único criterio de manifestación de la voluntad, de la legalidad. Éstas son un mediocre criterio, no es el mejor, ni es el único, y casi siempre es perverso.
Si consideramos la brutal abstención que acompaña a estos procesos, la dispersión en varios candidatos, las manipulaciones y presiones posibles, tenemos que aceptar que casi siempre la mayoría en elecciones no es la voluntad de la sociedad, ni del grupo que elige, sea un partido o un sindicato.
Podemos concluir que la dominación oligarca tiene en las elecciones una forma que le es propia y perversa de legitimarse.
Entonces ¿cuál es la manera de legitimarse la Revolución?
La legitimación revolucionaria es la movilización popular alrededor de las propuestas de los líderes. El Libertador, la Independencia, se legitimaron en la inmensa movilización que fue la Guerra de Independencia. Cuando el pueblo, abusado en su credulidad, no se movilizó más, entonces vino San Pedro Alejandrino. Después Santander se legitima en unas elecciones.
Hoy en Venezuela debemos derrotar la credulidad, cerrar filas alrededor de Chávez. Con irreverencia en la discusión y lealtad con la decisión.
Chávez debe decidir los candidatos, así frenaremos las ambiciones subalternas, fortaleceremos la Revolución.
¡A Chávez lo legitima la movilización del pueblo!
¡San Pedro Alejandrino no se repetirá!

13.2.10

LA LUCHA INTERNA

La lucha interna es la más difícil de entender pero es la más importante. Siempre es más fácil percibir al enemigo exterior, este es evidente.
Así, en la época de la independencia era fácil distinguir al Imperio Español como el enemigo, pero imposible caer en cuenta que la derrota del Libertador estaba adentro, que Santander y Páez eran los verdugos del sueño de Bolívar.
El 23 de enero del 58, los dirigentes en aras de mantener la unidad, sacrificaron la lucha interna, no alertaron al pueblo y la gesta fue atrapada por los reformistas que sumieron a la patria en medio siglo de oscuridad. Se postergó nuevamente el sueño.
La lucha interna es ante todo una lucha de ideologías, ellas deciden en última instancia el combate. Podemos decir que una derrota revolucionaria siempre es precedida por una derrota ideológica.
Siendo así, es un extravío focalizar la lucha interna en las personas, al contrario: se debe fijar en las corrientes ideológicas que pugnan por la hegemonía, por conducir la Revolución. Veamos.
En el interior de la Revolución encontramos varias ideologías en feroz lucha interna. Se agrupan en dos campos principales, la Socialista y la nosocialista. Las nosocialistas proponen formas que van desde el capitalismo franco, hasta propuestas que mimetizan el Socialismo, pero sin pasar de ser populistas y anarcoides. Estas ideologías surgen principalmente de la pequeña burguesía y de los marginales.
Entonces, en el interior de la Revolución e independientemente de la voluntad, existe un fuerte choque de ideologías que debe ser, primero reconocido y luego tratado con inteligencia.
Lo importante para los revolucionarios, su tarea, es impulsar las formas socialistas explicarlas, concretarlas y defenderlas de los embates de las corrientes nosocialistas.
Explicar, con argumentos, por qué un empresario capitalista siempre será un apropiador del trabajo ajeno, siempre será un ladrón, y siempre será un enemigo de nuestro Socialismo incipiente. Decir que estimular al capitalismo es, necesariamente, debilitar al Socialismo.
Difundir, como heraldos del futuro, que el Socialismo tiene como objetivos supremos, el rescate de la condición humana del humano, la integración de la sociedad, y que eso sólo se logra si se sustenta en la Propiedad Social de los Medios de Producción administrados por el Estado, única manera de conseguir esos objetivos humanizantes.
Queda claro, entonces, que es la lucha interna la que definirá el destino de la Revolución , la que decidirá si construimos un mundo que sea ejemplo para la humanidad, o si nos quedamos en el tremedal de las miles de variantes que presenta la miasma capitalista, justificando y posponiendo la gran ruptura, el gran salto que es una Revolución.
Hoy la principal tarea de los revolucionarios es estudiar para participar en la lucha interna con la pasión que asegura el éxito.
¡Chávez es Socialismo!

12.2.10

LOS PLANOS DE LA CONCILIACIÓN

Las revoluciones pacíficas transcurren en medio de una fuerte tentación reformista. La coexistencia forzada con el capitalismo es abono para esta corriente de la contrarrevolución.
En todos los planos de la vida social, la manifestación del reformismo es la conciliación. El reformismo es un intento conciliatorio de detener la Revolución , con la justificación de la necesidad de amortiguarla, morigerarla, la debilitan facilitando su derrota. Veamos.
En lo económico, el reformismo tiene como eje central de su propuesta no superar al capitalismo. Su función es presentar formas económicas de apariencia diferente al capitalismo, pero en el fondo conservar su esencia. Inventan “terceras vías”, “un país y dos sistemas”, “empresarios con sensibilidad social”, “empresas de producción social”, etc. Todas estas propuestas tienen en común que impiden la formación de conciencia social, son capitalistas.
Plantean formas hibridas socialismo-capitalismo, que también impiden la formación de conciencia social, y terminan por abrir paso al capitalismo.
El reformismo, en su expresión más populista y anarcoide, propone unidades económicas pequeñas, egoístas, que producen mercancías, compiten en el mercado, y por supuesto explotan, o son vías no declaradas de transferencia de recursos públicos.
En lo político, no tienen más proyectos que la conciliación. Ante el menor escollo corren despavoridos a tender puentes hacia la oligarquía, siempre están viendo un “lado sano” en el enemigo, y con esa conducta confunden y cosechan desencantos continuos.
En la organización social, se resisten a superar las formas de organización local aisladas. Le temen, rechazan la organización popular, que forma tejido, que le da dimensión social a la participación. Confinan a la gente al mezquino entorno de su espacio vital: su visión no consigue elevarse ni siquiera a lo regional, mucho menos a lo universal.
Se forma así un hombre mezquino, miope, egoísta, incapaz de entender la marcha de la sociedad, de la humanidad. Un hombre fácilmente manipulable con migajas y promesas. Así el reformismo mina las bases humanas de cualquier Revolución.
Donde mejor se ve la conciliación es en el campo cultural. Los reformistas piensan que la cultura está por encima de la sociedad, de la lucha de clases, y en nombre del arte claudican en la batalla cultural que es toda Revolución.
Consideran el arte inocuo, eunuco, lo despojan de su carga política, tan necesaria para la Revolución, indispensable para formar nuevos valores, combatir la cultura que justifica la dominación. Mucho daño hace la conciliación reformista a la Revolución en la Cultura.
En la Comunicación, el reformista también concilia: argumenta, justifica su inercia en la batalla con libertad de expresión, evita radicalizarse, tiene preferencia por un equilibrio que desarma, y pierde oportunidades de formar al pueblo. Promueve medios “imparciales”, sus programas son de debates sosos, entre los de allá y los incautos de acá.
La conducta que emana del proyecto reformista es un egoísmo, base para el capitalismo, para el clientelismo. No hay revolución posible sin antes no derrotar al reformismo que la habita.
¡Chávez es Socialismo!

11.2.10

EL ENIGMA DE LA VOLUNTAD

En política existen muchos enigmas, y muchas ficciones que pretenden darles respuestas. Uno de estos es la manifestación de la voluntad de una sociedad.
Uno de los fundamentos de la política es descifrar esos enigmas, y de la manera que lo hagamos nos ubicará en una determinada posición ideológica.
Exploremos el enigma de la manifestación de la voluntad en una sociedad. El asunto es complejo, tiene múltiples interrogantes. Veamos.
¿Es la voluntad de una sociedad un hecho libre, espontáneo, voluntario de sus miembros, o por el contrario obedece a los intereses de una fracción de la sociedad que coloniza la mente del resto y la manipula? Intentemos respuesta.
Toda sociedad de clases es una situación de dominación, donde la clase dominante, hegemónica en lo económico, lo es también en lo espiritual, influye al resto de la sociedad para que sea parte fundamental en la justificación del sistema que la domina.
Así, la manifestación de la voluntad de la sociedad es en realidad la manifestación de la voluntad de las clases dominantes. Toda la cultura dominante, la religión, la educación, el arte, está al servicio de esa transferencia de voluntad.
Esto explica que sociedades enteras elijan, una y otra vez, a sus verdugos, se explica que pinochet regrese a Chile encarnado en uno de sus secuaces.
Las clases dominantes necesitan institucionalizar esa voluntad perversa, dar la sensación de legalidad. Por eso hicieron de las elecciones un fetiche, una ficción.
Para ellos es fácil manejarlas, son su válvula de seguridad. A una opción minoritaria la pueden presentar como manifestación de la voluntad popular, y si todo falla, dan un golpe. Honduras es un ejemplo entre miles.
Las elecciones oligarcas se han convertido en el mundo capitalista en el único criterio de manifestación de la voluntad, de la legalidad. Éstas son un mediocre criterio, no es el mejor, ni es el único, y casi siempre es perverso.
Si consideramos la brutal abstención que acompaña a estos procesos, la dispersión en varios candidatos, las manipulaciones y presiones posibles, tenemos que aceptar que casi siempre la mayoría en elecciones no es la voluntad de la sociedad, ni del grupo que elige, sea un partido o un sindicato.
Podemos concluir que la dominación oligarca tiene en las elecciones una forma que le es propia y perversa de legitimarse.
Entonces ¿cuál es la manera de legitimarse la Revolución?
La legitimación revolucionaria es la movilización popular alrededor de las propuestas de los líderes. El Libertador, la Independencia, se legitimaron en la inmensa movilización que fue la Guerra de Independencia. Cuando el pueblo, abusado en su credulidad, no se movilizó más, entonces vino San Pedro Alejandrino. Después Santander se legitima en unas elecciones.
Hoy en Venezuela debemos derrotar la credulidad, cerrar filas alrededor de Chávez. Con irreverencia en la discusión y lealtad con la decisión.
Chávez debe decidir los candidatos, así frenaremos las ambiciones subalternas, fortaleceremos la Revolución.
¡A Chávez lo legitima la movilización del pueblo!
¡San Pedro Alejandrino no se repetirá!

10.2.10

EL SOCIALISMO SEGÚN CUDEMUS

Cudemus no engaña a nadie, no se disfraza de socialista, es un empresario capitalista, y lo declara con la convicción del que cree en su posición. La pregunta que surge es: ¿Cómo se insertan los capitalistas en la construcción del Socialismo? ¿Podrán, tienen la intención de ayudar a construirlo? Veamos.
Analicemos la posición de Cudemus, utilicemos para esto una entrevista aparecida en Últimas Noticias el domingo 7 de febrero. Allí Cudemus declara:
…“la intención de quienes promueven el proyecto socialista del presidente Chávez es favorecer el tema socialista. Creo que en este momento tenemos algo que los chinos han llamado un país dos sistemas y quizá vamos más allá. Un país en donde pueden coexistir un sistema socialista, que es priorizado por el sector público oficialista, y un país donde la empresa privada tiene sus espacios y los puede desempeñar”.
Queda claro que el empresario no se disfraza de socialista, ni pretende ayudar a crear Socialismo, es un capitalista que defiende el capitalismo. Para eso se sustenta en los chinos, navega en nuestras debilidades y faltas de precisiones ideológicas.
Debemos reafirmar dos conceptos:
Primero: ¡China es capitalista! del capitalismo más salvaje, contaminante, explotador que hay en el planeta. No significa salida para la humanidad, nadie puede pensar que lo sea.
Segundo: los capitalistas, por su propia naturaleza, son voraces, necesitan crecer, acumular, expandirse, esa es su esencia, por lo tanto, siempre buscarán abrirse campo, tragarse las formas socialistas, sus competidoras. Y, lo más importante, buscarán siempre, es inevitable, su expresión política, el poder.
Entonces, es evidente que estimulando a los capitalistas, potenciándolos, estamos, sin ninguna duda, creando a los verdugos del Socialismo. Pero sigamos indagando qué piensa Cudemus, el capitalista de este lado de la talanquera.
Cudemus sabe donde está parado, mejor que muchos bolivarianos, por eso en la entrevista declara: “Ante la existencia de un sector, cuyo objetivo es priorizar el Socialismo, yo tengo que fortalecer la empresa privada.” Él sabe dónde está su batalla, no tiene dudas.
Los oligarcas capitalistas, no importa en cuál lado de la talanquera se encuentran, siempre lucharán por sus intereses.
Hoy los oligarcas nacionales, en combinación con las oligarquías mundiales, están empeñados en debilitarnos para dar un zarpazo que sea de tal crueldad que signifique el olvido del ejemplo.
El deber de los socialistas es, más que nunca, construir Socialismo, de la única manera que eso es posible, con hegemonía de la Propiedad Social de los medios de producción administrados por el Estado, con Conciencia del Deber Social. Sólo de esa manera podremos ganar la batalla al capitalismo.
La Propiedad Social debe ser hegemónica, no hay otra manera de hacer Socialismo, y no hay más Propiedad Social que la propiedad de toda la sociedad administrada por el Estado, la única que se entrelaza con la Conciencia del Deber Social.
Si no construimos Socialismo, si no enfrentamos al capitalismo, si nos distraemos caminando por atajos, experimentando con formas organizativas y económicas nosociales, transitaremos el camino a la derrota.
¡Chávez es Socialismo!

9.2.10

LA BATALLA IDEOLÓGICA DE LA OLIGARQUÍA CAPITALISTA

La oligarquía capitalista, herida de Socialismo, se retuerce en todos los campos procurando zafarse de su destino de extinción. Es así que Julio Borges y Cudemus, cada uno de un lado de la talanquera, intentan deformar la idea de Socialismo. Esos son los ataques que más daño hacen a la Revolución, desorientan a la masa.
Primero, estudiemos a julio borges: este vocero principal de la oligarquía, nos trae en Últimas Noticias del domingo 7 de febrero una explicación de “por qué no funciona el Socialismo”. Se trata de una tesis infeliz y macabra. Expliquemos.
Nos dice borges que un profesor, en una universidad, quiso explicar a sus alumnos por qué el Socialismo no funciona. Para esto ideó un juego sencillo: igualar las notas de todo el grupo.
Supuso que el Socialismo es un promediar los buenos con los malos, y así lo hizo, obteniendo en el primer examen un rendimiento regular del grupo. En el segundo examen, cuando promedió a todo el grupo, el resultado fue mediocre, y ya para el tercer examen el resultado fue, todos aplazados.
Sigue el cuento julio, y nos dice que los estudiantes del experimento comenzaron a pelear porque ninguno quería estudiar para que se beneficiara otro que no quería estudiar, y concluye que todos perdieron el año. Y el profesor pontificó, que esa era la razón del fracaso del Socialismo.
Pero profundicemos un poco en la tesis del anónimo profesor de julio: en el fondo se intenta exponer que el humano es incapaz de tareas fraternas.
En el escrito, julio expone la esencia de su pensamiento: …“el ser humano está dispuesto a sacrificarse cuando la recompensa es justa y todo el mundo se esfuerza por igual”. Así resume el meollo de su tesis antropológica: “el humano es egoísta y sin recompensa no actúa, y no está dispuesto a ayudar a los menos favorecidos. El pobre es pobre porque es flojo”. Él no podría pensar de otra manera, es la tesis egoísta, inhumana del capitalismo, que desprecia a los humildes.
El Socialismo es humanismo, cree en el hombre, y cree que las relaciones humanas determinan la condición humana. Por eso, podemos deducir que el grupo del cuento de julio, era un grupo de una universidad privada donde se preparan los cerebros que utilizará el capitalismo, allí una de las enseñanzas más importantes es el egoísmo y la guerra de todos contra todos.
Si el grupo del experimento fuese en una Universidad Socialista, otro sería el comportamiento, se ayudarían a estudiar, los de veinte, ayudarían a los de diez.
Julio y su profesor se saltan a la torera las extraordinarias experiencias del humano en lucha por construirse. Se saltan el heroico comportamiento fraterno del pueblo cubano resistiendo el criminal bloqueo impuesto por los gringos, o la hazaña del pueblo soviético derrotando al peligro nazi.
Julio Borges es un ejemplo de la infame labor de los capitalistas del otro lado de la talanquera. De Cudemus nos ocuparemos mañana.
¡Chávez es Socialismo!

8.2.10

BARRIO SOCIALISMO ADENTRO

No es posible hablar de Barrio Adentro sin hablar de Socialismo. No se puede abarcar toda su inmensa grandeza sin relacionarlo con el Socialismo. Barrio Adentro es una operación de solidaridad humana de elevadísima magnitud, impensable sin el Socialismo. Veamos.
Los Barrios de Caracas son muestra del fracaso del capitalismo como opción de vida para la sociedad. Verdaderos guetos desamparados a la buena de Díos.
La república capitalista confinó en los barrios a grandes sectores de la sociedad desplazados del campo, que vinieron a la ciudad tras la esperanza petrolera. Los barrios se constituyeron en el territorio de los excluidos de todo beneficio social, en muestra de las mayores miserias materiales y espirituales surgidas del capitalismo.
Cuando la Revolución llega al poder, y después de aliviado el proceso de los lastres de la derecha clásica, surgió la necesidad de atender a los barrios, que habían entendido, o mejor, sentido que su única esperanza de redención era la Revolución y la apoyaban sin condiciones.
Cómo empezar a dar atención, amor a aquellos que siempre fueron despreciados por los dominantes, cómo cambiar la visión hacia los excluidos, cómo dignificar a los humildes.
Pero más que eso cómo dignificarlos, y al mismo tiempo prepararlos, concientizarlos para que fueran los arquitectos de su propia redención, constructores de su futuro, mostrarles la meta y la ruta.
Esas eran las condiciones y ese el reto. Surgió la idea de empezar por la salud.
Había un problema: ¿qué médicos podían ir al barrio profundo, a llevar salud y amor? ¿Dónde encontrarlos?
Se buscó por toda la América, partieron comisiones reclutadoras y volvieron con las manos vacías, no había profesionales dispuestos a internarse en los guetos.
En el capitalismo que padecemos y que nos rodea no había humanidad suficiente para la tarea.
Y surgió Cuba, el único país en el mundo con un sistema diferente del capitalismo, el último bastión del Socialismo. Allí había un hombre nuevo, allí el sueño del Che y Fidel era realidad.
Y un año después de la canallada de abril, comenzaron a llegar los pioneros de una de las operaciones humanitarias más hermosas y de mayor magnitud hecha por la humanidad, y los barrios vieron con extrañeza a unos seres diferentes.
Dormían en el suelo y compartían la miseria, no buscaban riqueza y curaban con amor, venían de lejos a ayudar, a amar, y amaron a ese Pueblo como nadie nunca lo amó.
Hicieron y hacen millones de consultas, salvaron centenares de miles de vidas, atendieron nacimientos, aconsejaron, recetaron, dieron medicina y alivio a los excluidos.
Pero sobre todo les dieron amor y ejemplo.
Nos mostraron que un nuevo hombre es posible, que a pesar de las desinformaciones de la oligarquía, el hombre nuevo y la sociedad nueva existen.
Nos demostraron que el deber nuestro, que la redención de este Pueblo está en luchar por el Socialismo. Que por sobre todos los errores cometidos, las carencias, los defectos, el camino hacia el Socialismo, es el camino.
¡Barrió Adentro es Socialismo!
¡Chávez es Socialismo!

7.2.10

UNA ROSA BLANCA PARA RAMIRO

Medio siglo ha pasado desde que un muchacho de veintidós años irrumpió, iracundo, inmenso, en el cuartel más importante de su país, y con la valentía de los héroes dio la campanada para el inicio de una nueva era para el continente y la humanidad.
Desde aquel día, ese muchacho nacido en un pequeño pueblito con nombre de diosa griega, Artemisa, transitó la senda de los héroes: el Granma, Alegría de Pío, la Sierra Maestra …después, medio siglo de batalla contra el acecho de la bestia, y de esfuerzo en la construcción de la Esperanza, de tomar el cielo por asalto.
Ese muchacho, convertido en Comandante de la Revolución, el más alto grado que otorga su Patria, nos visita hoy. Vino a ayudar. Toda su historia es un trasformar para ayudar, en ese apostolado le va la vida.
La visita de Ramiro Valdés es símbolo de los nuevos tiempos que vivimos en el continente y en Venezuela, ya los pueblos oprimidos, como vaticinó el Che, “han dicho basta y han echado a andar, y su marcha de gigantes ya no se detendrá”. A la cabeza de la marcha va la ALBA, las banderas de vanguardia las portan Chávez, Fidel, Raúl, Evo, Correa, Daniel.
Nosotros sabemos a Ramiro representante de la sociedad del futuro, lo sabemos tallado en la misma madera de los Liberadores de Pueblos y Fundadores de Mundos, lo recibimos como haría el Apostol Martí: ofreciéndole la mano franca y una Rosa Blanca cultivada en las entrañas amorosas de esta patria.
Vivimos tiempos de rebelión de los humildes, de unidad de los Pueblos saqueados por los imperios, y eso aterra a los capitalistas. Por eso enfilan su odio contra Ramiro, por representar una nueva oleada en la lucha, por ser su visita emblema de Unión.
Ramiro define. Nos define como Revolución verdadera, las que son fieles a su Pueblo, practican el internacionalismo, soberanas. Una Revolución, una sociedad que paga con amor el amor que ha recibido.
Con Cuba nos atan lazos de amor y de agradecimiento, ella ha acudido a nuestro llamado siempre, y siempre desinteresada. Vino cuando unos jóvenes irreductibles mantenían en alto en las montañas el decoro de la patria y necesitaban solidaridad.
Y vino cuando requerimos alfabetizar, o llevar salud donde nadie quería ir. Siempre sin pedir nada a cambio, sólo la gloria de servir.
Por supuesto que la canalla no aplaude a Ramiro. Unos siguen instrucciones del norte, que no tolera el ejemplo de Cuba. Otros buscan que el imperio les perdone su pasado rebelde, ellos tienen que certificar su entrega en cada episodio. Todos vuelcan su odio al futuro, a la vida que Ramiro representa.
Por supuesto que la canalla no aplaude a Ramiro, eso los define, nos da una muestra de su jaez, de lo que harían si regresaran: verían un Ramiro en cada uno de nosotros, y contra el pueblo enfilarían su odio destructivo y cruel. Nunca fue más apropiada la consigna: ¡No volverán!
¡Chávez y Ramiro son Socialismo!

6.2.10

RUPTURA

Una Revolución es una ruptura cultural, es tomar por asalto a un nuevo mundo, al cielo, es la fundación de una nueva civilización.
Una Revolución supone, entonces, una nueva cultura que nace de las entrañas de las nuevas relaciones humanas.
Pero… ¿Cómo se producen las rupturas revolucionarias, cuáles son sus reglas?
Esas rupturas revolucionarias se inician de manera sorprendente, los políticos tradicionales no las comprenden, los teóricos son superados por la realidad que se resiste al vaticinio. La perplejidad sustituye al cálculo sesudo y castrante, la audacia teórica y práctica toma el timón. Son, como dijo el Che, alzamientos contra las oligarquías y contra los dogmas.
Así fue la Revolución de Octubre, que dio nacimiento a la Unión Soviética y sorprendió a las lecturas dogmáticas de los clásicos.
La Revolución Cubana aún asombra al mundo, su nacimiento fue heroico, y su permanencia más heroica todavía, rompe con la sensatez de los análisis.
El 4 de febrero, cuando nadie esperaba conmoción, un puñado de muchachos, tal como la prédica de Martí, tomó para sí el decoro de todo un pueblo. Y se alzó contra las oligarquías, las izquierdas agotadas y los dogmas rancios. Y fue así que nació esta Revolución, que hoy es expectativa de todo el continente.
La ruptura, que al inició es sorprendente, debe ser la constante: una Revolución avanza, se consolida en las rupturas. Cuando algo es aceptado, ya llega la hora de superarlo, de seguir avanzando.
Ahora bien, las rupturas son difíciles, riesgosas: se trata de romper con las costumbres, las tradiciones, las normas que son admitidas por las mayorías. El fracaso es una posibilidad, no existen redes de seguridad, el riesgo acompaña la acción revolucionaria, siempre.
Romper con lo aceptado, y hacer que lo nuevo ocupe su lugar, es un riesgo constante en de todas las revoluciones, pero lo es más para la Revolución nuestra, que es pacífica y aún se mueve en la lógica oligarca.
Revolución que no avanza, que se estanca, perece, de eso no hay dudas, pero al avanzar corremos riesgos de ser incomprendidos, es la paradoja de la Revolución Pacífica.
¿Qué hacer?
Debemos elevar el esfuerzo en la explicación de los pasos que da la Revolución, ubicarlos dentro de una estrategia clara, definida. El pueblo debe saber la importancia de cada medida, de cada paso, para eso es imprescindible que sienta como suyo el objetivo estratégico.
La masa debe entender la necesidad del cambio, explicarle que no es posible, que no es sostenible el sistema de vida capitalista, que allí no están las soluciones a los problemas. El mundo capitalista no es viable.
Debe apropiarse de la necesidad de cambiar los valores, la forma de relacionarse, entender la necesidad de una nueva civilización, de una nueva manera de vivir, de consumir, de producir. De la necesidad de que todo cambie.
Esa es la discusión y la práctica central. Allí debe la Revolución hacer énfasis, debe correr el riesgo de las rupturas para avanzar hacia ese nuevo mundo.
¡Chávez es Socialismo!

5.2.10

SIN ESTA TAREA NO HAY VICTORIA

Ya estamos en medio de la Campaña Admirable, vamos hacia el triunfo en las parlamentarias. El evento merece estudio.
Las batallas revolucionarias, cualquiera que ellas sean, se ganan en la emoción. Sólo un pueblo movido por razones sagradas es capaz de la entrega que conquista triunfos.
Entonces, los revolucionarios frente al reto de septiembre debemos tener como tarea principal dar razones sagradas al pueblo, una causa que lo emocione. No hacer de las elecciones un mero asunto técnico, no caer en la soberbia de pensar que el mandado está hecho, que sólo falta ir a buscarlo.
Nunca el revolucionario debe dar por seguro el apoyo popular, éste debemos ganarlo todos los días, renovarlo.
Al pueblo debemos explicar la importancia de las elecciones de septiembre: qué se decide en este evento, darle su alta dimensión.
Decirle que ellas no son la simple pugna por una diputación, allí se echa la suerte de la Revolución, la del Comandante, y la suerte del Continente, de la ALBA. Ese debe ser el centro de la campaña.
Explicar la conexión entre los resultados de septiembre y el destino de la sociedad.
¿Qué pasaría si ellos ganan?
Acabarían con las conquistas materiales que todos sabemos que son muchas y buenas. Pero, lo más importante, destruirían la posibilidad de seguir avanzando, asesinarían la Esperanza. Nunca en toda su historia este pueblo se encontró con su destino, se hizo dueño de su rumbo, como ahora con la Revolución.
El principal objetivo de la oligarquía, de ganar en septiembre, será borrar la dignidad del pueblo, conquistada con sacrificio y sangre. Ella no tolera, no puede tolerar, un pueblo cimarrón que sabe reclamar sus derechos. Contra el pueblo y sus dirigentes aplicarán una política de choque, tal como la Operación Cóndor de pinochet, ya se denuncia el aparecimiento de listas de víctimas.
Sumirían al país por siglos en una tenebrosa oscuridad, donde la miseria será la norma, la sumisión requisito indispensable para la sobrevivencia, y la rebeldía un pasaporte a la persecución cruel.
Debemos decir al pueblo ¿qué pasará con el triunfo de la Revolución?
Nos fortaleceremos, pueblo civil y militar, para enfrentar los embates de la oligarquía internacional y nacional. Garantizaremos la continuidad de la Esperanza, de la Revolución y del Comandante Chávez.
Con ese triunfo la Revolución seguirá su camino de perfeccionamiento, de depuración, de afinación de ideas. Podremos corregir, continuaremos fundando la nueva relación humana, sentaremos bases firmes para la paz, estrecharemos los lazos con el resto de la humanidad. En resumen, seguiremos construyendo el Socialismo.
Argumentos hay, razones sagradas para seguir luchando existen, es labor del partido llevarlas al pueblo, armarlo de ideas que dirijan la batalla electoral y las próximas luchas, sin duda, más exigentes.
Confinar la extraordinaria fuerza del partido sólo a lo técnico, es errar en la jerarquización de los objetivos: la conciencia, la emoción, la convicción, deben prevalecer sobre lo técnico.
¡Chávez es Socialismo!
¡Con Chávez es con lo que Chávez decida!