24.4.13

LA DERROTA (Miércoles 24-04-2013)


La derrota, el fracaso, es una navegación, un rumbo. No ocurre de súbito, no es un hecho fulminante, se desliza como un reptil herido. Va dejando huellas y se anuncia con claras señales que paradójicamente no son percibidas por los responsables de la travesía, estos se encuentran siempre bajo la cubierta, ocupándose de lo trivial, de los detalles y no de la causa que los origina.
La derrota no está en los molinos sino en el viento que los mueve. En medio de la vorágine el Comandante conoció esta verdad. Víctor Hugo le trajo la experiencia de la Revolución Francesa fracasada, su último aliento fue luchar contra el viento.
Es así, la derrota es un asunto de vientos y no de molinos.
Son previsibles y por eso evitables. El Che advirtió, veinte años antes, la caída del coloso soviético. Los escépticos miraron a la luna y vieron naves siderales. ¿Cómo va a caer quien va al espacio? dijeron. Siguieron distraídos en sus excitaciones cotidianas… y un día, tal como estaba profetizado, el coloso cayó como caen los ladrillos de un muro.
Entonces se habló de adivinos, de olfatos desarrollados capaces de oler a veinte años de distancia, sin embargo, allí no está la respuesta. El secreto de la profecía está en ver el movimiento, el desarrollo de las acciones, de las contradicciones y sus consecuencias: una semilla cabe en un bolsillo, sembrada dará origen a un inmenso vegetal, a un roble, por ejemplo. Así, cuando vemos una semilla debemos percibir su futuro: será roble, será eucalipto, pero no esperemos un elefante. La respuesta está en la ciencia, en la teoría, en la historia.
La derrota es evitable. Con la rectificación se puede revertir la fatalidad. Los procesos que tienen capacidad de enmienda se mantienen. Podríamos decir que Revolución es sinónimo de rectificación, es un constante corregir.
Las derrotas no recapacitan, son tenaces, se dan cabezazos contra la pared de la realidad, después la historia se asombra de que aquella falla no haya sido corregida. ¿Por qué Allende se quedó en La Moneda y no fue a la clandestinidad? Su fidelidad absurda con la legalidad burguesa se lo impidió. ¿Por qué los sandinistas fueron a elecciones en plena guerra? ¿Por qué la Unión Soviética insiste en las armas melladas del capitalismo? Muchas historias y en el fondo de todas no hay rectificación, hay ceguera.
Hoy entre nosotros se impone un período de rectificación, pararnos unas horas, meditar, reflexionar, pensar lo andado, los errores cometidos, para diagnosticar la realidad, encontrar las causas originarias de las fallas y tomar las medidas que conduzcan al futuro. En esas horas tranquilas la acción se calma y las ideas espantadas por el tornado regresan a las mentes. Esas horas no son perdidas, son fecundas, sin ellas no es posible avanzar. Toda Revolución triunfante supone horas de esta tranquilidad, de conticinio. Seguro, la Revolución se decide en esas horas tranquilas que dan sentido a la acción, sin ellas, en medio de remolinos estériles, las Revoluciones sucumben.
¡Con Chávez, con Maduro!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Como siempre, un buen análisis de lo que hay que hacer. Salir del letargo de la depresión, del mareo del ultimo round, del ímpetu desordenado de la revancha y buscar en modo colectivo, olfatear como jauría de caza todas las fisuras, y solo después de eso sentarse a coser las velas rasgadas para continuar navegando. Eso si en equipo, con humildad y con desprendimiento, escuchando la voz unificada del equipo en el guía.
Patricio Gallardo

Alvin Lezama dijo...

La Humildad y Sabiduría son indispensables.

Contextualizando y Reparafraseando a Simón Rodríguez:
!Inventamos y erramos!, sino como aprendemos.

Es precisamente en el reconocimiento y la rectificación del error que afinamos la puntería, así es como ganamos confianza para atrevernos.

El error que se niega se paga caro, sobre todo cuando se mete debajo de la alfombra, éste tiene la propiedad de crecer con el tiempo, es como una bola de nieve precipitándose por una pendiente.

Por el contrario, cuando lo vemos y lo aceptamos, nos brinda mil oportunidades y opciones para ser creativos, para considerar nuevos puntos de vista, para proponer más opciones y alternativas.

Desconfía de quién te dice que nunca se ha equivocado!

Anónimo dijo...

Excelente lógica, desde mi pespectivas ganamos este proceso de elecciones, mas sin embargo perdimos debido a que muchas personas no tienen bien definidos sus ideales revolucionarios, solo están viendo sus beneficios personales. Pero tambien están los que se han desepcionado de una u otra forma por que nuestras fiLas hay muchas personas burocatras eso! Hay que erradicarlo pero ya. Eficiencia o nada!

Anónimo dijo...

Tienes toda la razon Alvin. 20 puntos.

Gilberto Rodriguez dijo...

¡saludos camaradas!
Consecuente con la publicación de
Antonio200, me pregunto:
¿Dónde están esos revolucionarios
con poder de decisión que haran
la reflexion y posterior
rectificación para la salvación
de este hermoso proceso
revolucionario? En Lara, a pesar
del rechazo de las bases,
Reyes Reyes lo imponen como
candidato y perdie, luego
lo hacen coordinador
Comando Hugo Chavez y
hace que Maduro pierda en Lara.
¿Quién le pone la cascabel
al gato?