25.8.11

ELECTRICIDAD, BUEN VIVIR Y CÍRCULO DIABÓLICO (Jueves 25-08-2011)

La extinción amenaza a la especie, y la exclusión a las grandes mayorías. Esta verdad es corroborada por científicos y las mentes más lúcidas del planeta. Extinción o sobrevivencia es el dilema que marca toda la actividad humana, y de forma determinante a la política, es allí donde la contradicción estalla. Veamos.

El capitalismo precisa de consumo ascendente, derrochador, ese es el requisito para la acumulación de capital, para la transformación en dinero del trabajo robado y que se condensó en las mercancías. Siendo así, toda actividad en el capitalismo está subordinada al consumo desmedido. La política es central en esta cultura del derroche, tiene como función principal garantizar las condiciones materiales y espirituales para el consumo en aumento.

Ahora bien, esta relación entre política y cultura del consumo, creó un círculo infernal: para ser electo es necesario prometer derroche, y éste nos lleva a la extinción. La tarea más importante de la Revolución es romper este círculo.

Aquí en Venezuela, país que ha heredado la lógica capitalista, está presente este círculo infernal, ha sido instalado por más de un siglo de renta petrolera que nos distorsionó la relación trabajo-logro. Así, el gobierno es medido por su capacidad de posibilitar el consumo capitalista.

La Revolución plantea la búsqueda del "buen vivir", meta que merece estudio. La percepción del buen vivir depende y determina la posición ideológica.

La visión del buen vivir que engrana con la mentalidad capitalista, es aquella que permite el mayor consumo posible,
satisfacer las insaciables necesidades artificiales que nos impone el capitalismo. Vivir sumergidos en el mundo de las cosas, de lo que se pueda vender y comprar, de esta manera la rueda del capitalismo se mantiene girando, acumulando.

Esta visión decreta la guerra de todos contra todos, la búsqueda del buen vivir de forma individual, egoísta, produce necesariamente miseria y desasosiego. Por cada uno que pueda sostener la velocidad de consumo, hay miles que quedan al margen de cualquier oportunidad de satisfacer siquiera las necesidades básicas.

La visión del buen vivir que corresponde a la Revolución es aquella que, satisfaciendo las necesidades naturales materiales y espirituales, crea condiciones para el desarrollo integral del humano, todo en armonía con la naturaleza. Es una búsqueda social, no individual ni egoísta.

El círculo diabólico nos conduce a la extinción en el mediano plazo, y a la exclusión en lo inmediato, por eso debe ser roto.

La Revolución, con las medidas tomadas para regular el consumo de electricidad, para controlar el despilfarro, estimular el ahorro, ha dado un paso importantísimo hacia la nueva cultura, es un serio y valiente intento de romper el círculo diabólico.

Los dirigentes contrarrevolucionarios al oponerse a estas medidas son mezquinos, insensatos. Al estimular el egoísmo transitan el camino a la extinción y a la exclusión, pretenden embriagarnos para que sigamos adorando al becerro de oro y le demos la espalda al futuro.

¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!

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