El Control Obrero, tal como está planteado en Venezuela, es un espejismo de la emancipación proletaria. Es imposible que los obreros se liberen de la explotación de forma aislada, fragmentada, la liberación o es social o no es. Veamos.
Dentro del sistema capitalista, una fábrica, aun bajo control obrero, debe funcionar de acuerdo a las reglas del capitalismo, esto es, debe explotar, y los obreros seguirán vendiendo su fuerza de trabajo como mercancía, de esto no hay escapatoria.
El Control Obrero, tal como lo proponen, tiene dos caminos principales.
Uno, se forma una casta donde unos obreros se hacen "dueños o accionistas" y explotan a sus hermanos, sólo así la fábrica podría ser rentable de acuerdo a la lógica capitalista que la envuelve.
El otro camino es enmascarar la ineficiencia del modelo con la transferencia de la renta petrolera.
El Control Obrero no pasa de ser una propuesta parcial, inviable, que desemboca necesariamente en más explotación y mina la posibilidad socialista: separa a los obreros de su papel histórico, los confina al egoísmo, e irremediablemente los enfrentará al Estado, al Gobierno Revolucionario.
Es una propuesta que obedece claramente a la ideología pequeño burguesa, incapaz de un planteamiento superador del sistema capitalista, ya que su existencia está estrechamente ligada a la propiedad nosocial, a las salidas individuales, por eso es incapaz de entender la integración de la sociedad, base fundamental del Socialismo.
La propuesta realmente socialista es el Control de la Clase Obrera, que antepone la construcción del Socialismo a todas las reivindicaciones parciales e inmediatas. Procura la eliminación de la explotación de la única manera que se puede hacer, superando el capitalismo, fundando el Socialismo.
El Control de la Clase Obrera se importa primero por el cambio social, sabe que su liberación depende del cambio en las relaciones sociales, y aplica los cambios desde la fábrica, que se rige por la planificación central y sus ganancias pasan a la sociedad a través del Estado, quien las distribuirá de forma equitativa en toda la sociedad.
Por eso su lucha es por engarzar las reivindicaciones focales de los obreros con la gran reivindicación de la clase obrera y de la sociedad, que es el Socialismo. Hacer entender a los obreros que sólo así encontrarán un mundo feliz, la tierra prometida que tienen siglos buscando.
Entonces, la defensa del Socialismo, del Comandante Chávez, es el marco regulador de la actividad de la clase obrera: todo lo que perjudique el camino al Socialismo perjudica a la clase obrera, todo lo que favorezca el camino al Socialismo la beneficia.
Si se pierde la posibilidad socialista, la clase obrera perderá la oportunidad de realmente superar su explotación, la enajenación de la sociedad toda.
Sería criminal que los obreros, seducidos por formas de apariencias revolucionarias pero en el fondo reaccionarias, abandonen su papel histórico y contribuyan a la derrota de la Revolución, que es su propia derrota.
¡Sin Chávez no hay Socialismo!
¡Sin Socialismo no hay emancipación!
¡Sin Control de la Clase Obrera no hay Socialismo!
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