16.1.08

LA ASPIRACIÓN Y LA IMPOSICIÓN

La mayor aspiración de los "revolucionarios" pequeño burgueses es poder hacer la Revolución Socialista sin bando que se les enfrente, en perfecta armonía social, todos incluidos, nadie perjudicado. Aspiración que en el papel es celestial, nadie en su sano juicio puede adversarla.
Pero hay un problema ¡no es posible!

La Revolución es una sustitución de hegemonías, que se hace o no es Revolución verdadera. Expliquemos.
El sistema capitalista es caracterizado por la hegemonía de la clase capitalista y sus aliados naturales. Tiene las mismas raíces que la esclavitud, se fundamenta en la posibilidad de que unos hombres, que son minoría, se apropien del trabajo y la riqueza de la mayoría de la sociedad. Este fraude económico se sustenta en una espiritualidad egoísta que lo justifica.
Este sistema capitalista sólo se puede superar si se sustituye su espiritualidad y su relación económica, no hay otra forma, no hay atajos, buscarlos es conducir a la sociedad a grandes decepciones. La historia es rica en ejemplos de estas candideces que han terminado en grandes frustraciones, el siglo pasado estuvo lleno de estas ilusiones que terminaron en sarcasmos y, cuando fueron consecuentes, en tragedias.
El Socialismo, el sistema que sustituye al capitalismo, es un sistema que defiende y nace de los intereses de los trabajadores, de la sociedad toda y de la vida en el planeta. Es por tanto un sistema incompatible con los intereses de los capitalistas y sus clases aliadas naturales .
Ninguna clase dominante se suicida, de aquí que la ilusión de hacer Socialismo en alianzas con esa clase, es quimera.
Alguien podría argüir que se trata de una etapa de transición, donde habría que hacer alianzas estratégicas con las clases enemigas del Socialismo, que el Estado podría controlarlas, y que poco a poco construiríamos el Socialismo.
Nosotros respondemos que es una ilusión intentada desde hace dos siglos, y que nunca ha dado resultado. Y menos dará en las condiciones de la Revolución Bolivariana. Veamos.
La Revolución controla la riqueza nacional, eso no necesita explicación, pero no controla la conciencia de la sociedad egoísta y capitalista que heredamos. Por lo tanto, el problema principal de la Revolución es construir una economía creadora de conciencia amorosa, de conciencia Socialista .
Ahora bien, si guiados por la ideología pequeña burguesa insistimos en procurar colaboración con los verdugos de la sociedad usando la renta para crear y estimular a los oligarcas económicos, si consumimos la renta en lisonjas para la pequeña burguesía, además para crear nuevas oligarquías y nuevos egoísmos, seguiremos cosechando diciembres y yugulando a la Revolución, estaremos creando conciencia egoísta capitalista que necesariamente nos llevará al abismo.
¡No hay otra vía para ir al Socialismo que imponérselo a las minoritarias clases que sustentan al capitalismo! Sustituir la ideología capitalista, construir la legalidad, la cultura, la espiritualidad revolucionaria, construir un Bloque Histórico para imponer a las minorías el Socialismo, no para escamoteárselo a las grandes mayorías.
Pretender sustituir la imposición con alianzas contranatura, es caminar a San Pedro Alejandrino o firmar armisticios con Monteverde.
¡Aquí no cabe ni sucesión ni restauración, sólo Chávez!
¡Aquí no se rinde nadie!

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