1.10.07

LOS MODELOS CADUCOS

Una Revolución es superar los modelos de lo viejo, que se resisten a morir e intentan seguir viviendo durante mucho tiempo en las entrañas de lo nuevo que se está formando.

La tarea es difícil, los modelos se resisten a desaparecer, se aferran al pasado, se mimetizan, se estiran, llegan al máximo en su afán de parecer nuevos.

Es así que los capitalistas se alargan hasta “empresarios socialistas”, es un intento de vivir en dos tiempos, es lo viejo que se niega a morir. Otros inventan cogestiones, que terminan siendo modelos ambiguos que no terminan de romper con el pasado.

El Estado, ese modelo paquidérmico que heredamos del capitalismo, también tiene sus mecanismos de defensa, se contorsiona hasta niveles inauditos para no salirse de los linderos que le dieron origen.

Se hace parlamentarismo de calle como terapia intensiva para el viejo sistema representativo heredado de los romanos, que se resiste a morir, se estira y se disfraza de consultador y revolucionario.

Es lo viejo que obstaculiza la formación de la red nacional de consejos comunales, que desde lo más básico se remonte hasta una nueva Asamblea Nacional de Consejos Comunales, que será el nuevo sistema de Poder Popular, sustitución drástica y revolucionaria del viejo modelo.

El caduco sistema electoral, lejos de cumplir su papel de vehículo para la expresión popular, es un obstáculo para esa expresión. Por más intentos de estirar su capacidad y su función, es el modelo viejo que se niega a morir.

Debemos ir a un sistema de consulta que, utilizando el tejido social organizado, los Consejos comunales, las asociaciones sindicales y gremiales, las mesas, etc., vehicule continuamente la expresión de la voluntad popular. De esta manera se puede consultar rápidamente y cada vez que sea necesario, derrumbando el mito de las elecciones como expresión de la voluntad popular. Las elecciones son momentos fugaces de expresión de individualismo, y se nos engaña presentando esa suma de egoísmos como expresión de lo social.

Ahora bien, el principal modelo que debemos superar, el que más tiene capacidad de estirarse, es el modelo de las relaciones de las personas con su entorno. Tenemos una relación que oscila entre la defensa y el ataque, basada en el egoísmo individual o colectivo.

Somos un país rentista capitalista, eso nos da una característica especial: aquí la explotación coexiste con el despojo, se trabaja mucho pero se espera también mucho de la lotería petrolera.

Frecuentemente jugamos al patrono y al obrero, cuando en realidad vivimos en disputa por la renta petrolera.

A este modelo, que nos da nuestro peculiar comportamiento y que nos hace oscilar entre el “Miami dame dos” y el 27 de febrero, no podemos permitirle que se estire, hay que cambiarlo por el nuevo modelo de trabajo, de la relación real con el trabajo que produce riqueza y conciencia, y no el que es justificación para transferir la renta.

¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
!Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!
!A la Reforma, SÍ!
!Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

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