16.1.07

¿QUÉ?

En la discusión acerca del Socialismo del siglo XXI, todos en el campo bolivariano declaran estar de acuerdo con este sistema. Esta unanimidad es rara: es paradójico que en un proceso como el nuestro, inédito, audaz, enfrentado, no haya discordias, diferencias de criterios, discusiones abundantes sobre los pasos a dar en esta etapa fundacional. Es raro, muy raro.

No obstante, si vamos a un nivel más soterrado y escuchamos lo que se cuela entre dientes, en declaraciones enmascaradas, en escritos de poca divulgación, allí si se dejan ver conceptos y argumentos que de verdad discuten, cuestionan, al Socialismo. Aparece lo que andábamos buscando: la polémica, la discusión ¡Bienvenida! Y que salga a cielo abierto.

Una Revolución se caracteriza, se enriquece, por los temas que discute y la seriedad de esa discusión. En contraste, la discusión tímida y con sordina, no nutre el debate y dificulta la elaboración que le dará el indispensable piso teórico a la marcha hacia el Socialismo.

Es necesario discutir las interrogantes fundamentales de este camino hacia el Socialismo que emprendemos con fuerza y esperanza. Mencionemos algunas:

¿Es posible el Socialismo?

¿Es posible un capitalismo social?

¿Qué pensamos sobre la propiedad de los medios de producción?

¿Qué pensamos sobre la manera de impulsar la conciencia del deber social?

¿Qué pensamos sobre la batalla cultural entre los valores socialistas y los valores capitalistas?

¿Qué pensamos sobre la relación con las formas capitalistas existentes?

¿Qué pensamos sobre la viabilidad del Socialismo en nuestro país rentista?

¿Qué pensamos sobre la necesidad de estimular al capitalismo?

¿Qué pensamos sobre los aspectos técnicos, filosóficos, políticos, económicos, de la reforma constitucional?

¿Qué pensamos sobre el partido único-unido?

¿Qué pensamos sobre el Poder Popular?

¿Dónde, cómo, con qué estamos formando al hombre nuevo?

¿Dónde, cómo, con qué estamos deformando al hombre nuevo?

Estos son algunos de los ¿Qué? No son nuevos, se han repetido, con variantes, en todos los intentos revolucionarios socialistas. Porque en todos aparecen propuestas falsificadoras que tratan de extraviar el camino, y esos ataques sólo se derrotan con la discusión abierta. El camino al Socialismo está lleno de discusiones sin miedo y sin cortapisas.

Estamos empeñados en hacer una Revolución en un país muy especial, se trata de un país rentista donde la riqueza y la conciencia no se irradian desde la misma fuente. Realidad muy importante porque nos exige gran esfuerzo teórico de adaptación de las verdades revolucionarias universales a nuestras circunstancias y a nuestro tiempo.

El reto es cómo ser originales sin perdernos en el abismo de la improvisación necia. Cómo ser únicos manteniendo la esencia revolucionaria que viene enriqueciéndose por siglos.No hay otro camino, es necesario estudiar y discutir.

¡Rodilla en tierra con Chávez y el Socialismo!

¡Irreverencia en la discusión, fidelidad en la acción!

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