18.12.06

EL ARTE DEL ENGAÑO

Dijo el Libertador: “nos han dominado más por el engaño que por la fuerza”, y tenía razón. La dominación es el arte del engaño, toda la dominación descansa en “hacernos creer”.

Nos hacen creer que el mundo es como es, y que no se puede cambiar. Que las luchas revolucionarias son veleidades de muchachos. Que no luchar es sensatez. Que las batallas están desligadas.

Que la solución a las contrariedades de un barrio, un liceo, un hospital, una fábrica que quiebra, no tienen relación con los viajes del Comandante, las declaraciones cínicas de Lula, la reforma de la constitución, el precio de la harina pan. Que cada asunto nace y muere en su ámbito, que no influye, ni es influido.

Nos hacen creer que lo subalterno es lo principal, y así evitan que discutamos los asuntos trascendentes.

Un pueblo tiene la grandeza de los temas que discute, y de la forma como los discute. Un pueblo culto, grande, analiza su entorno, su inmediatez, desde la grandeza de lo universal. No sacrifica la estrategia por lo táctico. Más aprecia las soluciones de las causas, que los paliativos a los efectos, prima un cambio de estructuras. No se deja confundir con “pan para hoy, hambre para mañana”.

En Venezuela vivimos tiempos de batalla ideológica, el destino de la Revolución se decide desde las trincheras de ideas. De allí la importancia de los temas que se discuten, debemos debatir lo fundamental, aturdirse con temas subalternos es poner en peligro el futuro de la Revolución.

Se nos plantean varios puntos para el análisis: El partido único, el revocatorio a gobernadores, la reforma a la constitución, la reelección, el pacto, la amnistía para los presos, y muchos más.

Nosotros deliberamos con entusiasmo la conformación del Partido Único, se cruzan opiniones y se consumen centímetros de prensa.

¿Pero, es un problema principal, o es en este momento un distractor?

El tema palidece frente a la importancia que tienen las reformas económicas a la constitución, éstas se discuten poco, dando por sentadas modificaciones que nos conducirían a más capitalismo, y nunca al Socialismo.

Absurdo pensar que el tema del Partido Único es más urgente, merece más interés, es más importante para la marcha de la Revolución, que las reformas económicas en la Constitución, reformas que marcarán el destino del proceso.

Poner en el centro del debate al Partido Único es un error.

No vemos razón para no posponer esa discusión y abocarnos a debatir cuál es la economía que nos conducirá al Socialismo, cuáles serán los cambios que nos hacen avanzar, y cuáles los cambios que nos hacen retroceder, las consecuencias de las concesiones al capitalismo.

De esta argumentación saldrá fortalecida la Revolución, y la formación del Partido Único, ahora si, podrá ser protagonista.

¡Rodilla en tierra con Chávez y el Socialismo!

¡Discutamos lo importante, lo demás puede esperar!


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