10.10.06

BALANCE Y AJUSTES

MEDIADOS DE OCTUBRE, A CUARENTA Y CINCO días escasos de las elecciones, es un buen momento para un balance, y para los ajustes que de ese análisis se desprendan. Veamos.
Si queremos hacer una evaluación de la campaña, lo primero a destacar es que los contendientes no buscan lo mismo. Eso parece absurdo, pero es así: el candidato opositor no busca sacar más votos, como ocurre en cualquier elección democrática, el candidato del imperio tiene como objetivo desestabilizar.
La oposición busca, en pocas palabras, acumular fuerzas para repetir abril en noviembre. Desestabilizar y dar un zarpazo para apoderarse del gobierno, o por lo menos forzar la conformación de un pacto.
Los bolivarianos buscamos la construcción del Socialismo, por tanto, las elecciones son una estación en este camino. De allí la consigna diez millones de votos y diez millones de conciencias, esta expresión resume nuestra necesidad de ganar, y la urgencia de acumular conciencia para seguir rumbo al Socialismo.
De lo anterior se desprende que cada campaña, la opositora y la nuestra, tienen contenidos, formas, objetivos diferentes. Por lo tanto, las evaluaciones de cada una deben ser diferentes.
Rosalito, con su demagogia de siete suelas, puede prometer lo que sea: si nosotros decimos un Metro, el responde con un Kilómetro, si mostramos Misiones, el anuncia plata directa. La demagogia no tiene pasado, ni tiene futuro, puede decir lo que sea: un avión, un médico, oro para cada uno, al final no va a cumplir, después que llegue al gobierno, todo lo arreglará con represión fascista. De aquí que, si la ficción mediática le construye una fuerza, para él es suficiente. Y si esa fuerza, que es ficticia, no se materializa en las urnas, no le importa, puesto que con la fuerza mediática pueden lograr su objetivo de desestabilizar.
Nosotros, al contrario, debemos difundir nuestros logros, que son muchos, nuestras conquistas, que son bastantes, pero también debemos fortalecer la conexión amorosa del pueblo con el Comandante, que es nuestra principal fortaleza, que es un valor auténtico. El Comandante lo arriesga todo por amor al pueblo, así lo demostró el 4 de febrero, en abril y en diciembre, y lo hace cada momento que se enfrenta a un imperio terrorista que prepara golpes y magnicidios. En contraste, rosalito el embustero, no ama al pueblo, por los humildes no arriesga nada. Recordemos que no se atrevió ni a dejar la gobernación: quiere el chivo y no arriesga el mecate. A rosalito todo le sale falso, como promoción de carro usado.
Además, la campaña debe mostrar también cuál sería el futuro con cada uno de los candidatos:
Con Chávez, la construcción de una sociedad de iguales, la máxima felicidad posible. Con rosalito, reeditaríamos el Capitalismo salvaje, creador de miseria espiritual y material.
El balance es muy positivo para nosotros, hagamos los ajustes.
¡Chávez nos ama!
¡Amor con amor se paga!
¡Chávez es Socialismo!

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