18.9.06

MISCELANEAS 22

1. Es urgente entender dos cosas: primero, el ritmo de esta Revolución lo marca el Comandante, y segundo, la necesidad imperativa de fortalecer la ideología y la práctica revolucionaria para derrotar las desviaciones capitalistas y los disparates pequeños burgueses.

2. El análisis debe ser radical, que no es otra cosa, como dice el Comandante, que ir a la raíz, a las causas determinantes del fenómeno que se estudia. Por encima de la anécdota, se debe intentar ver las fuentes ideológicas de la situación, las carencias que la producen, y los correctivos que se deben aplicar.

3. Quien crea que estas elecciones son unas elecciones mansas, sin ningún otro propósito que medir la popularidad de las opciones, amanecerá un día como el camarón que se durmió. Hay que convencerse: estamos frente a un nuevo intento golpista, sólo que este es de desarrollo lento, y está en la fase de acumulación. Ya se irán develando los pasos de la embajada gringa y de sus serviles.

4. Cuando un pueblo ha estado sometido durante siglos a la explotación, a la dominación, se construyen y se hacen hegemónicos en su interior la ideología, los valores, las costumbres que hacen posible, que justifican esa explotación. De allí que para hacer Revolución no basta salir de los oligarcas, a la par hay que vencer a la espiritualidad que los hizo posible. Esta espiritualidad que todos llevamos por dentro en mayor o menor medida, cuando encuentra las condiciones de existencia apropiada, florece dando origen a una nueva oligarquía. Todo ello es independiente de la voluntad individual, es una ley social: “si están las condiciones de existencia, entonces florecerán las conciencias que corresponden a esa existencia”. Es decir, si hubiese esclavos, habría conciencia esclavista, si hubiese feudalismo, habría conciencia feudalista. De allí que, si las condiciones de existencia capitalistas que dieron origen, que sustentaron a la espiritualidad oligarca persisten, surgirá, necesariamente, una nueva oligarquía capitalista, enemiga de la Revolución y del Socialismo.
5. En Petare había un ángel, vivía allí desde hacía tres años, vino de tierras cercanas para traer un mensaje de esperanza y de amor. Murió en combate contra el mal. Toda su vida se preparó para sanar enfermedades, y murió en combate contra la enfermedad social. No la conocimos, sin embargo, intuimos que en Petare tuvo amigos, que hizo el bien, que alguien allá llorará su partida, que alguien pagó con amor el amor que prodigó, que a alguien curó, que a alguien reconfortó, y eso basta para sentirnos hermanos.

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