1.12.10

LA ZONA ESPIRITUAL (Miércoles 01-12-2010)

La Zona Espiritual Socialista, santuario en las dificultades, estímulo para el avance de la Revolución, es una acción material capaz de reflejarse, de clavarse con fuego fundador en el alma de la masa. No son acciones materiales aisladas, son, al contrario, corrientazos que asombran y conmueven lo más hondo del corazón popular.
Esta Revolución tiene las condiciones para construir esa Zona Espiritual, sólo nos falta evidenciar nuestra fibra más íntima, la pureza de la intención revolucionaria, el altruismo de sus motivos, lo noble de sus intenciones, en resumen: su amor auténtico por el desposeído.
Es allí, en el espíritu, donde la Revolución es invencible. El oligarburgués, hijo del odio, nada puede contra el amor revolucionario.
Para la Revolución es fácil demostrar que nunca se quiso tanto a este pueblo, nunca se le ha dado tanto amor, y nunca la riqueza de la patria estuvo más encaminada al bien de todos.
Barrio Adentro es muestra, más allá de la alta eficiencia médica, del profundo amor de la relación con el paciente. El trato humano que allí se dispensa es símbolo del amor revolucionario.
Las Misiones Educativas indican la intención de la Revolución de rescatar a los desposeídos de la ignorancia cavernaria en que los sumió la oligarburguesía para dominarlos mejor. Son prueba de la intención de dar al individuo las condiciones necesarias para el desarrollo de sus mejores cualidades humanas.
Esta Revolución tiene un líder como Chávez, que en la práctica ha corrido todos los riesgos por la causa del pueblo, ningún otro tiene credenciales que son garantía de que no tomará decisiones que perjudiquen al humilde para favorecer al oligarburgués.
Tenemos las condiciones para una nueva Campaña Admirable que labre en el alma popular la nueva Zona Espiritual, que sea estímulo, referencia a la hora de las dificultades, y en los momentos de sosiego alegría por lo construido, que sea trinchera moral en las difíciles tareas que nos esperan.
Estamos en el deber de demostrar que somos diferentes de los oligarburgueses, en todo, desde lo que comemos, lo que vestimos, nuestra ética, nuestra conducta, el desprendimiento y la relación entre nosotros. Estamos en el deber de demostrar que nos guían profundos sentimientos de amor.
Es hora de expresar en la práctica, con el ejemplo, hacia dónde vamos. Así como la humanidad necesita el modelo de la construcción de nuestro Socialismo, el país necesita la muestra de una Zona Espiritual que se refleje sobre toda la sociedad, que asombre por la armonía, donde el hombre viva en paz con el hombre, donde el trabajo de todos sea para el beneficio de todos.
El país requiere ver en la práctica las bondades de la vida en armonía socialista. Es necesario demostrar la fuerza material que representa el “amaos los unos a los otros”, la convivencia entre hermanos, la seguridad material y espiritual que de allí emana, las potencialidades de la sociedad integrada… su fuerza no tiene comparación con nada de lo vivido hasta ahora.
¡Chávez es Garantía!

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