15.2.07

DOLOR DE BARRIGA Y SOCIALISMO

Esta historia nos llegó por el correo de Internet, creemos que conocerla será útil a nuestros lectores. Veamos.

“Mi hija de cinco años tenía un fuerte dolor de barriga, pasó la noche incómoda. En la mañana la llevé a la clínica donde no dieron con la causa del dolor: ecos, exámenes de sangre… todo fue en vano. La niña aparentemente estaba sana, sin embargo seguía el dolor. Estaba desesperada, si usted es padre seguramente comprenderá.

Al regresar a casa llamé a mi mamá y le conté lo que pasaba con su nieta. Ella, por aquello que más sabe diablo por viejo que por diablo, dijo:

“Ese es el típico dolor de barriga del niño que no quiere ir a la escuela, dile que mañana no la llevarás a la escuela”. Dicho y hecho, como por arte de magia el dolor se esfumó.

Llamé a mi mamá para darle las gracias, y me dijo:

“Solo hemos resuelto la mitad del problema, ahora falta indagar la causa que le produce el rechazo, averigua con mucho cuidado, no la presiones”.

Ya en la noche, después de mucho intentarlo, helados, caramelos, hasta un reloj y una linterna le compré, ella me dio la causa de su rechazo a la escuela. Tuvimos la siguiente conversación:

“Mama, lo que pasa es que no sé colorear”.

“Eso no importa, a la escuela se va a aprender”.

“-Los otros niños saben, y los felicitan, a mí no”.

“-No importa, yo te felicitaré.”

“-No es lo mismo, además mis compañeros no quieren jugar conmigo, me rechazan”

“No creo…¿por qué?”

“-Es que supieron que yo soy chavista”…

“-Te dije que no hablaras de eso en la escuela”.

“-Sólo le conté a mi mejor amiga y ella se lo contó a todos.”

“No importa mija, mañana vas y les dices que ya no eres chavista”

“No puedo, eso sería como irnos a vivir a Júpiter”…

En resumen, la niña dijo que era chavista y sus compañeritos de cinco años, la rechazan al punto que ahora le da pánico ir a la escuela.

Deducimos que esos niños son reflejo del sentimiento que impregna a sus padres. Y es lícito pensar que en esa clase media el antichavismo tiene su fundamento en ese odio insano que los niños absorben.

El espíritu fascista de abril, cuando salieron a perseguir a los líderes chavistas, o cuando atacaron el monumento a Danilo, y cacerolearon de contento por su asesinato, o cuando no quisieron atender al Vice, está intacto.

Tanto darle a la clase media, tanto halago, tanto beneficio, y allí a los niños chavistas aún les duele la barriga al pensar en ir a la escuela.

Sin duda es un elemento a tener en cuenta, a la hora de diseñar políticas.

¡Hagamos el Socialismo, no hay excusas!

¡Rodilla en tierra con Chávez y el Socialismo Auténtico!

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